Informe caprolecoba
A pesar de un mínima recuperación en septiembre, la lecheria sigue en un difícil laberinto
En nuestra cuenca, arrancamos octubre pisando sobre buenas lluvias, que rondaron los 120 mms entre Bolívar, 9 de Julio y Lincoln, estuvieron en 60 mms en Salliqueló, y fueron bajando hacia el sudoeste (Rivera, Puan 40 mms) hasta llegar a 30 mms entre C. Suárez y Pringles.
Gran parte de las regiones bonaerenses cuentan con buenas reservas de humedad en el perfil, y es en Córdoba y Santa Fe, donde más se necesita una adecuada recarga de los suelos.
De aquí en más, la tendencia a una expresión más clara de “Niño débil”, junto a un océano Atlántico más templado frente a las costas sudamericanas, augura mayor frecuencia de lluvias en primavera.
El SMN pronostica para el oeste de Bs As en oct-nov-dic: Precipitaciones normales o superiores a lo normal, y temperaturas medias normales para esta época del año.
Los desajustes sufridos en las relaciones de precios por meses, forzaron cambios en el manejo de los tambos, cuyas consecuencias finales solo podremos evaluar bien en el trascurso del tiempo.
Por suerte, con humedad en el suelo, se dispone ahora de pasto en buena cantidad, aunque se aceleró la terminación de las reservas, y hubo que resignar cantidad/calidad de alimento balanceado.
En busca de la “caja” que falta en el tambo para enfrentar las obligaciones, algunos productores (los que pueden) recurren a la agricultura y otros han extremado la presión de selección en sus rodeos y han descartado muchos animales.
La curva regional de producción sigue cerca de la del año pasado, se ha achatado, y no anticipa un “pico de primavera” importante.
El escenario comercial
Septiembre: Una recuperación de precio bajo fuertes restricciones
En septiembre, continuó el proceso de recuperación de precios en la cuenca oeste, a un ritmo más compatible con las restricciones que hoy nos impone el mercado, que con las necesidades acuciantes de los tambos. Los productores somos los que peor estamos en este período, pero es claro que no somos los únicos, muchas industrias también están complicadas, en distinto grado y medida.
La suba de este mes estuvo en el orden del 6,65% en $/litro y en $/KSU. En la comparación interanual (a moneda corriente) quedamos arriba +40% en “$/litro” y +38% en “$/KSU” sobre 2017. Y en dólares, los precios se ubicaron en torno a u$s 0,20/litro, y u$s 2,78/KSU. ($39,50/u$s, Márgenes Agropecuarios Set).
Octubre: Nuestra lechería en su laberinto más difícil
En un interesante trabajo, el OCLA explica cómo se transmitió el efecto devaluatorio a precios y costos, en la cadena lechera. Impactante.
Entre diciembre 2017 y septiembre 2018, el dólar subió 118%, la LPE perdió valor en dólares en el mundo, el precio al productor subió 39%, pero sus costos lo hicieron un 61%, el mix de valor del litro en salida de fábrica subió 38% en lo global, y sólo 29% para un mercado interno exhausto.
Es decir, tamberos con precios bien arriba de sus costos, e industrias complicadas para poder pagar incrementos importantes. En una perspectiva que recién se podría recomponer en varios meses.
El marco institucional
De la angustia y el enojo a la institucionalidad transformadora
Todo lo que estamos atravesando en los tambos y hemos descripto reiteradamente, explica el ánimo que cargamos por estos días quienes estamos en la actividad lechera, y compartimos solidariamente entre todos. Porque la “macroeconomía” se nos cayó encima de nuestra “microeconomía”, y mucho está en juego.
A su vez, sabemos bien que no es ésta la primera ni la última crisis que vamos a enfrentar, y que la magnitud de nuestras contrariedades va a estar en directa relación a cómo nos encuentre cada crisis de bien o mal organizados, de más fortalecidos institucionalmente en la cadena, o más librados a nuestros sentimientos.
Por lo que un gran desafío de la hora actual, quizá sea el de saber transformar enojos y angustias en trabajo mancomunado para la unidad institucional tambera, imprescindible para cambiar nuestra lechería.
El enorme poder del diálogo
Este momento del país y la lechería ofrece no solo dificultades, sino también algunas ventajas, que sería inteligente aprovechar. Disponemos por ejemplo, de todos los canales de diálogo abiertos con el gobierno nacional y los de las provincias, con cámaras industriales y organismos técnicos. Todo está disponible. Valoremos este poder del diálogo, que es escucha, intercambio y propuesta, transformación y compromiso. Hoy nadie nos impide expresarnos. Se trata de una magnífica herramienta para “construír con otros”. Y es una oportunidad potenciarla responsablemente.
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