Ante un nuevo aumento de combustibles Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) expresa su preocupación y solicita al ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, una política de previsión y de trabajo mancomunado para el anuncio de este tipo de medidas que terminan impactando directamente en los costos de todos los productores.

El sector agropecuario consume un tercio del gasoil hoy demandado, unos 4500 millones de litros anuales, por lo que este incremento anunciado sorpresivamente de la noche a la mañana termina golpeando directamente en los costos productivos. “Tampoco el productor puede dejar de consumir gasoil” si el nivel de precios es alto en relación a otros, como expresó el ministro de Energía, porque el combustible no es un hábito de consumo sino una necesidad productiva irreemplazable.

En momentos delicados para la subsistencia de las economías regionales, alejadas de los puertos, y con gran dependencia del gasoil, este nuevo aumento termina por castigar su rentabilidad. Por ejemplo, dentro de los costos de producir arroz el gasoil se lleva el 80%, en tanto que el combustible participa en el 25% del costo de cosecha en el centro del país.

Desde diciembre a la fecha el incremento del precio del gasoil llega a un 31%, por lo que CRA advierte que este sistema energético basado en subsidios y regalías garantizadas a las provincias del sur de la Argentina debe ser modificado. Este nuevo incremento implicará una transferencia del sector agropecuario al petrolero de 16 mil millones de pesos en este 2016, cifra superior al impacto que tuvo, por ejemplo, la quita de las retenciones en particular en trigo y maíz.

Además el norte argentino, para el cual se está diseñando el plan Belgrano con el objetivo de mejorar su competitividad, queda más aislado que nunca de los mercados del mundo ante la suba intempestiva de estos costos insustituibles.

CRA se pone a disposición del ministro de Energía Juan José Aranguren para trabajar en conjunto entre el sector público y privado sobre la base de propuestas que contengan también las necesidades del sector productivo.