El programa brasileño de gestión de envases de agroquímicos proyecta procesar este año un récord de 45.500 toneladas: en la Argentina sigue siendo una cuenta pendiente
Un proyecto oficial duerme en el Congreso argentino.
El programa de disposición de envases vacíos de agroquímicos vigente en Brasil proyecta procesar en 2015 un volumen de al menos unas 45.500 toneladas (una cifra 6% superior a la de 2014). En el primer trimestre de este año ya procesó 10.933 toneladas.
A mediados del año 2000 en Brasil se aprobó una normativa (Ley 9974) que dispuso que las compañías elaboradoras de agroquímicos pasaban a ser responsables de los envases vacíos de fitosanitarios para su posterior destrucción o reciclado.
También se estableció que los productores debían realizar un triple lavado obligatorio de los envases para luego enviarlos, en un plazo no mayor a un año, al mismo lugar en el cual había sido adquirido (para lo cual los distribuidores deben contar con un centro de acopio habilitado). La obligación por ley de realizar el triple lavado es clave porque luego de ese proceso el envase es considerado “residuo no peligroso”.
El programa comenzó formalmente a operar en 2002. En todas las regiones productivas brasileñas existen actualmente 410 unidades de acopio de envases gestionadas por cooperativas agrícolas y asociaciones de empresas comercializadoras de agroquímicos.
Además de los centros de acopio, Inpev cuenta con vehículos que operan como “centros de recepción itinerantes” en aquellas zonas en las cuales no se justifica montar una estructura fija (alrededor del 10% de los envases son transportados con esa metodología en localidades donde predominan los pequeños productores).
Inpev opera en el marco de acuerdos con diferentes empresas recicladoras de plásticos, una de las cuales –Campo Limpo Reciclagem e Transformação de Plásticos– fue creada en 2008 por treinta compañías de agroquímicos (que integran Inpev) con el propósito de que el programa de gestión de envases llegue a ser en algún momento autosuficiente en términos económicos.
Parte del material reciclado en la empresa Campo Limpio se emplea para elaborar nuevos envases de agroquímicos. También producen chips de plástico (polietileno de alta densidad) que son comercializados a firmas elaboradoras de postes de plástico, sillas, mesas, etcétera. Los ingresos generados por la empresa, sumados a los recursos obtenidos por la venta de envases vacíos a otras firmas recicladoras, contribuyen a solventar actualmente el 35% del costo total del sistema.
En la Argentina el tratamiento de envases vacíos de agroquímicos es una cuestión pendiente al no estar regulada debidamente (de hecho la Ley 24.051/92 considera a los envases de fitosanitarios como residuos peligrosos y, por lo tanto, se necesita una habilitación especial para poder transportarlos).
Las autoridades del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (Minagri) elaboraron un proyecto que establece presupuestos mínimos de protección ambiental para la gestión de envases vacíos de agroquímicos. Pero el mismo aún no fue tratado en el Poder Legislativo.
La iniciativa del Minagri dispone que las empresas elaboradoras de agroquímicos serán responsables de la “gestión integral de envases vacíos de fitosanitarios” por medio de la prevención en la generación, reutilización, reciclado, valorización y disposición final.
Fuente: Valorsoja.com
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