A pocos días de haber presentado el frente “Un País”, Sergio Massa y Margarita Stolbizer comenzaron a afinar su armado bonaerense, con la mira puesta en evitar que las pujas por las candidaturas hagan implosionar el nuevo espacio.
Tras oficializar su alianza con un acto en Tortuguitas, los diputados nacionales se dedicaron a instalar su nueva “marca electoral” en el Conurbano y las principales ciudades del interior bonaerense. Entre recorridas, comenzaron a darle forma a la ingeniería de armado de listas, una tarea por demás de compleja, puesto que deberán, en 14 días, hacer congeniar a dirigentes hasta no hace mucho tiempo enfrentados, evitando que los enojos se transformen en fugas, un mal que sufrió el propio Massa en su camino hacia las PASO presidenciales de 2015.
En ese marco, asoman algunas certezas: el acuerdo entre el Frente Renovador y el GEN será global, lo que implica que los desequilibrios en una sección se compensarán con lugares extra en otro distrito; y cualquier eventual desacuerdo será resuelto “mano a mano” entre Massa y Stolbizer. Respecto a la proporcionalidad en la integración de listas, los renovadores dicen que serán “70-30”, aunque los “margaritos” esperan llevar más agua para su molino. No obstante, el esquema, cualquiera sea, deberá también contemplar también a Libres del Sur, el socio menor del GEN que oficializó hoy su arribo a “Un País”.

En el plano bonaerense, cerca de Stolbizer aseguran que su postulación como segunda candidata a senadora está completamente confirmada: “Margarita va a estar sí o sí, porque es la cara del acuerdo”. Massa, como en 2013, jugará al misterio hasta última hora, pero en su espacio confían en que estará al tope de las listas.
Por ahora, los dirigentes de ambas fuerzas se abocan a recorrer los distritos para ordenar la tropa y ponderar las posibilidades de cada uno. Los operadores, incluso massistas, reconocen que en las ciudades más grandes hay muchas líneas internas del Frente Renovador, lo que complica las cosas. En el GEN, en tanto, les piden a sus nuevos socios que “limpien” la grilla de candidatos, y se fastidian con alguno de los nombres que levantan las banderas del massismo.

Las secciones
Mientras acomodan el panorama local, los dirigentes de “Un País” comenzaron a conformar las mesas seccionales para acercar posiciones en torno a las posibles candidaturas.
En la Primera sección conducen las conversaciones los senadores Sebastián Galmarini, Jorge D’Onofrio y el diputado Rubén Eslaiman por el massismo. Tienen como interlocutor del GEN a Juan Carlos Juárez, histórico dirigente margarito. Allí varios massistas apostarán a renovar sus senadurías, y el propio Juárez podría ingresar a la grilla.
En la Tercera, en tanto, el massismo buscará quedarse con la mayoría de los espacios, alegando una mayor presencia territorial que sus socios. Allí conducen el triunviro de la CGT, Carlos Acuña y su par en diputados, Rubén Ledesma. El principal referente del GEN, Marcelo “Oso” Díaz, estará a cargo de las negociaciones, pero no podrá renovar su cargo en Diputados por una cláusula de su partido que impide a los dirigentes tener más de una reelección en un mismo cargo. Así las cosas, Díaz ocuparía un lugar “a salir” en la lista de diputados nacionales.

En el interior, la Segunda ya anticipa problemas. Allí la negociación está en manos del intendente de San Andrés de Giles, Carlos Puglielli y del dirigente agrario Jorge Solmi, por el FR, mientras que el GEN es representado por el diputado Leonardo Santiago. El espacio tiene cuatro bancas para renovar (María Ratto, Víctor Monfasani, Lisandro Bonelli por el FR y el propio Santiago por el GEN) y una expectativa de tres lugares “a entrar”. En el massismo ya marcaron la cancha, y avisan que el dirigente margarito es esposo de la intendenta Fernanda Antonijevic, quien gobierna Baradero bajo el sello de Cambiemos.

En la Cuarta el massismo parece consolidarse en torno a dos bloques: uno liderado por el intendente de General Pinto, Alexis Guerrera, e integrado por “históricos” del peronismo como la juninense Mirtha Cure, y otro encabezado por el jefe comunal de Chivilcoy, Guillermo Britos. El GEN, con la salida de los hermanos Buil en 2015 y del senador Omar Foglia meses más tarde, aparece debilitado. En este escenario, el chivilcoyano podría poner a jugar a un funcionario de su comuna. También suena el propio Guerrera.
En la Quinta el escenario aparece más difuso. Por ahora, conversan por el massismo el “clan Hogan” de General Alvarado, y el exsenador Ricardo Vázquez por el GEN.

En la Sexta, en tanto, por ahora negocian el diputado Pablo Garate y el histórico senador nacional Jaime Linares. El primero busca la reelección, mientras que el de Bahía Blanca promueve en las listas a su hermana Virginia.
En la Séptima, Ricardo Lissalde (FR) y Omar Duclós (GEN) encabezarán el armado seccional, en donde hay en juego tres bancas al Senado, lo que establece un piso muy alto para ingresar. Por ahora, solo se sabe que Duclós, exintendente de Azul, podría competir a nivel nacional, por lo que la grilla está completamente abierta.

Finalmente, la Octava presenta un escenario difuso: la interna massista complica las conversaciones y enturbia la relación con el GEN, que le exige a sus socios un “orden” para comenzar a negociar. En principio, se espera que los históricos Juan Amondarain y Jorge Sarghini no vayan por la reelección: el primero promovería al concejal Ramón Arteaga, mientras que el segundo tendría destino nacional. Por los de Stolbizer, en tanto, negocian los diputados Juan Cocino y Diego Rovella, con chances de repetir, aunque también asoma el edil Gastón Crespo. (DIB)

Fuente y foto: Diario La Verdad