En Junín y la Región, el precio de la nafta está entre los más altos del país

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En Junin y la región, el precio de los combustibles se encuentra entre los más altos del país. En efecto, a partir del último aumento de YPF de un 3,5 por ciento, que fue implementado hace poco más de diez días, el valor del litro de la nafta Súper llegó a 27,52 pesos, mientras que la Infinia –que es la versión premium de la petrolera estatal– ascendió a $30,99 el litro; da a concer un informe de Diario Democracia de Junin.
Se trata de un valor que está por encima del que se paga en la mayoría de las provincias. Tomando como referencia el precio de pizarra de la nafta Súper en las estaciones de servicio YPF de las capitales provinciales, se observa que los $27,52 que se paga el litro en nuestra ciudad sólo son superados por los valores de Formosa, Corrientes, Chaco y San Juan. En el resto de las provincias –o al menos en sus capitales– el precio es más bajo.

La situación en la región no es muy diferente, ya que se manejan valores similares. Por ejemplo: el litro de nafta Súper de YPF está a $27,46 en Lincoln, y a $27,17 en ciudades como Pergamino, Chacabuco y Nueve de Julio. En todas, la Infinia está a $30,99.
El valor en nuestra ciudad está por encima que varias localidades de la región, puesto que aquí el Código Fiscal impone un tributo por el Trazado Urbano Municipal, por el que se estableció que debe abonarse 30 centavos por litro de nafta en cada carga. El mismo artículo impone una tasa de $0,23 en el caso del diesel.
En tanto, referentes del rubro afirman que las diferencias en los precios entre las provincias responden a gastos de fletes y políticas comerciales de las petroleras.

Componentes del precio
En diálogo con Democracia, Carlos Gold, presidente la de Confederación de Entidades del Comercio de los Hidrocarburos de la República Argentina (CECHA), afirma que “el principal factor en la diferencia de precios es la carga de los fletes”. Es que en un país tan extenso como el nuestro, hay zonas a las que se puede llegar con transportes fluviales hasta una planta de acopio y despacho desde donde se continúa por vía terrestres; hay otras áreas a las que se puede abastecer solamente por tierra; y las hay en donde el combustible va a través de cañerías hasta un determinado lugar de acopio, desde donde sale, también, en fletes por tierra. “Por eso es la diferencia en los precios”, explica Gold.
Pero hay otro factor que influye, y es el de las políticas comerciales de las empresas petroleras. Así lo señala Marcelo Rovasio, vicepresidente la de Federación Argentina de Expendedores de Nafta del Interior (FAENI): “Podría haber una incidencia directa por el precio del flete. El resto, son políticas comerciales que establece cada una de las compañías”.

Rovasio recuerda que hay dos modalidades de comercialización: una es la consignación, donde los expendedores venden por cuenta y orden de las petroleras, y el precio lo fija específicamente la firma; por otro lado, están los que trabajan la modalidad de reventa, donde el expendedor le compra el combustible a la compañía y pone su precio de venta al público consumidor. En este último sistema, las petroleras remiten un precio sugerido.
“Hay un componente que, creo, que influye es el consumo en cada zona”, señala Rovasio, para luego ampliar: “No es lo mismo vender un millón de litros en el Litoral que 200 mil litros en la zona norte o la zona sur, con lo cual, debería haber un precio promedio para que la compañía estipule su rentabilidad. La zona núcleo, que comprende Capital, Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, es la de mayor consumo, y tal vez allí puede haber un precio más bajo que en otro lugar del país dentro de una misma compañía petrolera”.

A partir de marzo
La reforma tributaria, que entrará en vigencia el 1° de marzo, podría traer nuevas variaciones en los precios de la nafta.
En la actualidad, y hasta el 28 de febrero, los impuestos nacionales que tienen incidencia en los combustibles son: el Impuesto al Valor Agregado (IVA), el Impuesto a la Transferencia a los Combustibles (ITC) y la tasa hídrica para las naftas y el impuesto al gasoil para el diesel. Estos impuestos actúan en forma porcentual sobre el precio de venta de la compañía petrolera, pero a partir del 1° de marzo esta figura cambiará: para el diesel se unificarán el ITC con el impuesto al gasoil y en las naftas se junta el ITC con la tasa hídrica, y en ambos casos esos tributos juntos pasarán a formar el Impuesto sobre los Combustibles Líquidos (ICL), que no va a ser más estipulado de manera porcentual sino en su valor absoluto, de pesos por litro, que lo va a establecer el Gobierno y tendrá una actualización trimestral.
Además, se creará un nuevo impuesto, a la emisión de dióxidos de carbono, que se va a agregar al precio del combustible, que en este momento está en el orden de $0,42 por litro.
“En definitiva, en marzo habrá que ver cómo experimenta el impacto en los diferentes combustibles, puede que algunos suban y otros no”, analiza el vicepresidente la de FAENI.

Por su parte, Gold indica que en CECHA evalúan como “positiva” esta reforma, “porque cada vez que haya una oscilación de precios, el impacto de la carga impositiva no va a ser tan alto porque el valor va a permanecer fijo”. Esto quiere decir que, si subiera, hipotéticamente, un aumento de un 5% en el valor del crudo, hoy eso se trasladaría automáticamente al precio en el surtidor, mientras que con la reforma va a ser proporcional al insumo, porque el impuesto va a ser un valor fijo.
Aun cuando hay quienes creen que podría haber un aumento de la nafta cuando entre en vigencia el nuevo esquema tributario, Gold considera que eso no debería ocurrir: “Entendemos que no debería subir el precio, en principio tendría un efecto neutro. Inclusive, hasta podría haber una leve disminución, aunque hay que esperar hasta último momento”.

¿Se estabilizó el precio?
La pregunta es, entonces, si después de la desregulación del mercado de los combustibles y los continuos aumentos, finalmente el precio de la nafta se estabilizó.
“No sé si la palabra es estabilizado, porque al ser un commodity, depende íntegramente de lo que ocurra en el contexto internacional, y no podemos saber cuando va a estar estabilizado en el mundo”, analiza Gold. Para el titular de CECHA, el hecho de que esté liberado el precio, lo hace depender “ciento por ciento” del precio internacional.
Al mismo tiempo, sostiene que la reforma impositiva “va a ser más beneficiosa para el usuario porque no va a quedar tan expuesto a incrementos del precio tan sustanciales cuando se produzcan variaciones en el valor del crudo”. Es decir que ante un eventual aumento del crudo, el traslado a precios no debería ser tan impactante como lo es con el esquema actual.

Por su parte, para Rovasio no es posible establecer si se estabilizó o no el precio: “Estamos esperando la entrada en vigencia de la reforma tributaria. Se supone que esto va a impactar en el precio porque hay creación de un nuevo impuesto, que es el IDC, por la emisión de dióxido de carbono”.
Por lo pronto, el 1° de marzo cambiará el formato de composición del precio del combustible por la reforma tributaria, y ese es un punto de partida. “El ICL va a tener un monto que va a permanecer fijo durante tres meses –agrega Rovasio–, y se va a actualizar con una fórmula que va a aplicar el gobierno. Imagino que será una fórmula polinómica que contemplar las variaciones del dólar, del índice de precios al consumidor y diferentes variables. Debería haber una resolución que le permita al gobierno incrementar o disminuir este impuesto para amortiguar en función de la variación que tenga el barril de crudo, pero es un tema complejo porque nuestro país no tiene autoabastecimiento, con lo cual, una parte del mercado se asiste con producción de petróleo local y otra parte trae petróleo del exterior. En el gobierno anterior, había una resolución que establecía un precio del barril criollo, que era de U$S62, eso este gobierno lo dejó de lado porque considera que el mercado está desregulado, y el barril al precio internacional está a U$S68, entonces es fácil imaginar que no habría productores locales que vendieran a 62 si a nivel internacional está a 68. Es decir que nos vamos a seguir manejando con la cotización internacional, y habrá que ver qué variación sufre esto, algo que no depende tanto de nosotros, sino de los Estados Unidos y los países de la OPEP que manejan el precio del crudo”.

Finalmente, asevera que en FAENI hay expectativas respecto de los cambios que se implementarán a partir del mes que viene: “Para nosotros el tema es que, establecido el punto de partida, tenemos determinadas certeza respecto a la composición del precio. No sé si va a ser más beneficioso, pero es más claro.

Le da una transparencia importante a todo esto. Después, habrá que tomar algunos ajustes con otro tipo de cuestiones. Desde hace más de dos años venimos teniendo una brecha muy importante entre lo que es el precio del combustible a la producción, porque el diesel en una estación de servicio se maneja en un parámetro y el precio mayorista tiene una brecha de un 20%, y eso ha canibalizado el mercado de la producción. La zona núcleo está padeciendo fuertemente este fenómeno: las estaciones de ruta, que por lo general eran las que proveían al agro y demás, han perdido el 70% de la venta de gasoil que tenían por esto. El agro ahora es abastecido por los distribuidores oficiales mayoristas de las distintas compañías. Por este tema nosotros, como federación, tenemos planteada una denuncia en la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, porque esto es competencia desleal. No obstante, el actual es un gobierno con el cual, como federación, estamos colaborando, porque entendemos que las cosas se logran con el aporte de todos”.

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