Autoconsumo de silo de maíz: una herramienta simple con múltiples beneficios
En TamboDem, como tambo comercial pero también demostrativo, buscamos com- partir información y herramientas concretas que ayuden a planificar sistemas de alimen- tación más eficientes, basadas en aquello que nos ha funcionado. En la nota anterior revisamos cómo el maíz complementa estratégicamente nuestro foco en el pasto. Incor- porado de manera inteligente, potencia la oferta forrajera y aporta estabilidad frente a las variaciones estacionales. En esta nueva entrega, avanzamos sobre uno de los usos más prácticos del cultivo en la dieta del rodeo: el autoconsumo de silo de maíz.
El autoconsumo de silo es una modalidad de alimentación que permite a las vacas acceder directamente al forraje almacenado, eliminando la necesidad de tareas diarias de extracción y distribución. Hemos visto que esta estrategia reduce significativamente el uso de maquinaria, el gasto en combustible y la necesidad de personal específico, disminuyendo los costos operativos y simplificando la rutina del tambo. Además, notamos beneficios ambientales al concentrar el área de alimentación y reducir el barro en callejones.
En TamboDem, esta práctica se alinea con nuestra filosofía de construir sistemas simples, prácticos y eficientes.
Como destacan Alejandro Centeno (1) y Javier Baudracco (2) en textos que refernciamos en esta nota, el autocon-
sumo bien implementado es una herramienta eficaz para lograr sistemas más sustentables. Para obtener buenos
resultados, es clave cuidar la calidad del silo, el diseño de las estructuras de soporte y la gestión del barro, especial-
mente en épocas lluviosas.
Desde el punto de vista económico, la simplificación que permite el autoconsumo puede tener un impacto directo en
la rentabilidad. Según Alejandro Centeno, el área de mayor impacto en los costos del tambo es la alimentación, que
puede representar entre el 35% y el 50% de la facturación.
Dentro del rubro alimentación, el suministro mecanizado de alimentos es un “costo oculto” que puede representar
hasta un 14% de la facturación total, considerando gastos de maquinaria, combustible y mano de obra.
Al eliminar los costos específicos de distribución, el autoconsumo de silo estaría contribuyendo a mejorar el margen económico del tambo y a amortiguar el efecto de las variaciones en el precio de la leche o en el costo de los insumos.
La Tabla 1 que propone Centeno en la Hoja de información técnica del INTA de octubre de 2015, muestra cómo el
costo del suministro de alimentos varía según el nivel de mecanización en el tambo. En sistemas de autoconsumo
no hay costos asociados, mientras que a mayor uso de tractor y mixer, el costo puede representar entre el 6% y el
20% de la facturación, dependiendo también del nivel de producción individual. El análisis destaca que si el aumen-
to en mecanización no va acompañado de mayor producción, el costo impacta negativamente en los litros de leche
libres de costos (LLS), afectando la rentabilidad.
Otra ventaja importante del autoconsumo, como señala Javier Baudracco, es que mejora la eficiencia del sistema al permitir que cada vaca ajuste su consumo de acuerdo a sus necesidades individuales, particularmente en los momentos de mayor demanda energética como el posordeño. Contrario a ciertas creencias, estos estudios —y lo que hemos observado en nuestra práctica cotidiana— confirman que no se produce un consumo excesivo de alimento, sino un equilibrio eficiente en relación con la producción de leche.
Esta dinámica también favorecería al bienestar del rodeo, al reducir la competencia directa y el estrés durante la alimentación, promoviendo animales más tranquilos y saludables.
Observamos en nuestra aplicación, que esta modalidad favorece la construcción de sistemas más flexibles y orde-
nados, donde se reducen las instancias críticas de manejo y los riesgos de error humano. La simplificación de las tareas y la autonomía que brinda a los rodeos contribuyen a hacer del tambo un lugar de trabajo más atractivo para las nuevas generaciones, que valoran entornos laborales más dinámicos, simples y gratificantes.
En TamboDem implementamos el autoconsumo de silo de maíz cuidando especialmente algunos puntos clave que
creemos definen su buen funcionamiento. Las bolsas se ubican en zonas altas, con buena circulación de aire y cer-
canas a las aguadas, orientadas de norte a sur para favorecer el secado del terreno.
El acceso del rodeo se organiza mediante estructuras simples, con boyeros móviles que permiten ajustar tanto la distancia como el tiempo de exposición, evitando desperdicios y garantizando un consumo ordenado. Sabemos que los detalles hacen la diferencia:
abrir la bolsa con ventanas bien dimensionadas, retirar el plástico en el momento justo, y contar con el seguimiento
diario de un operario que verifique que el alimento fluya correctamente son prácticas fundamentales. También
aprendimos a prevenir errores frecuentes, como el manejo deficiente del barro o aperturas mal ubicadas que favore-
cen el pisoteo y las pérdidas. Anticipar estos desafíos nos permite sostener un sistema eficiente, práctico y duradero.
Además de sus ventajas operativas y económicas, hemos visto que el autoconsumo también ofrece beneficios agro-
nómicos que vale la pena considerar. Al concentrar la actividad del rodeo en una superficie determinada, se genera un aporte significativo de materia orgánica y nutrientes al suelo, a través del pisoteo y la deposición directa de estiércol y orina.
En TamboDem, integramos esta dinámica a la planificación de rotaciones: una vez finalizado el período de autoconsumo, ese lote se labra y se incorpora a la rotación agrícola, generalmente con cultivos de grano. Esta estrategia no solo mejora la fertilidad del suelo de forma natural, sino que también nos permite aprovechar de manera más eficiente cada metro cuadrado del establecimiento, combinando producción forrajera, fertilización y diversificación productiva en un mismo ciclo.
Como siempre decimos en TamboDem, este modelo de trabajo nos viene dando buenos resultados, sabiendo que
hay distintos sistemas que pueden funcionar en función de las condiciones y decisiones de cada productor.
CUATRO CLAVES DEL AUTOCONSUMO EN TAMBODEM
• Simplicidad operativa y eficiencia económica:
Puede reducir el uso de maquinaria, combustible y mano de obra. Pudiendo eliminar el costo de suministro diario y
simplificar las tareas del tambo.
• Diseño y manejo adecuado como condición de éxito: La ubicación de las bolsas, el control del acceso, el retiro
del plástico y la gestión del barro son aspectos clave. Una estructura bien planificada, nos evita desperdicios y pro-
mueve un funcionamiento fluido.
• Impacto positivo en el bienestar animal: Hemos visto que el consumo a demanda reduce la competencia entre animales y el estrés, promoviendo rodeos más tranquilos y saludables.
• Valor agronómico y rotación integrada: Hemos notado que el autoconsumo fertiliza naturalmente el suelo y permite integrar ese lote a la rotación con cultivos, maximizando el uso productivo del campo.
(1) La alimentación en el tambo: un rubro a considerar.
Autoconsumo de silo en el tambo:
una alternativa a tener en cuenta.
Centeno, Alejandro
Hoja de información técnica, Ediciones INTA. 2015
(2) Bases para una producción de leche simple
y rentable en Argentina
Baudracco. J., Lazzarini. B., Giorgis. R., Lovino. D. y Demarchi. E.
Ponencia en las XLIV Jornadas Uruguayas de Buiatría 2016),
Extraido de Revista Caprolecoba
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