Mejoramiento de suelos a través de la aplicación de Efluentes

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El establecimiento Santa María, ubicado en el partido de General Viamonte, provincia de Buenos Aires es reconocido por su tradición familiar en la elaboración de quesos, a partir de la  producción de su propia leche. Años atrás, debido a la elevada demanda y necesidad de intensificar la producción, la empresa tomo la decisión de pasar de un sistema pastoril a un manejo semi estabulado. Este sistema consiste mantener los animales en corrales semi techados, respetando las condiciones de bienestar animal y proveyéndole diariamente la comida adecuada, nutricionalmente balanceada, a fin de lograr una mayor producción por animal por año.

Si bien este sistema posee múltiples ventajas al momento de producir y controlar los animales, tiene una contrapartida la acumulación de residuos orgánicos (heces y orina). Dicha acumulación de efluentes se convierte muchas veces en un problema desde el punto de vista ambiental. Por otro lado, al no haber un pastoreo directo de los campos, parte de la recirculación de nutrientes que se realiza a través del bosteo y orina de los animales sobre el lote, se ve interrumpida, favoreciendo a lo largo del tiempo la degradación física y química de los suelos.

A fin de evitar lo antes mencionado, desde el primer momento que se opto por este tipo de manejo, Santa María se propuso trabajar en la aplicación de los efluentes en forma mecánica, a fin de devolver a los lotes parte de los nutrientes extraídos.

Mejoramiento de suelos con barrido de los corrales

Para ello el tambo cuenta con una fosa de decantación de sólidos, donde se extrae gran parte de la bosta producida en el sector de alimentación y corrales de espera, que cuentan con piso de hormigón.  El mismo es lavado periódicamente y las heces son arrastradas por la acción del agua a la fosa. Luego la misma es retirada se dejándose compostar hasta lograr un producto con una humedad del 40-50%, para luego ser aplicado sobre los lotes de producción mediante el uso de una estercolara. Anualmente se aplican entre 10 a 15 tn de efluente por hectárea, por año.

También al tener los corrales una gran proporción de piso de tierra, los efluentes de ese sector, son removido con una pala frontal que retira la capa superficial que es una mezcla de tierra y estiércol y se reemplaza con tierra nuevamente. Posteriormente estos montones de tierra y heces son llevados con camiones volcadores a sectores del campo que presentan problemas de salinización, reconvirtiendo esas hectáreas (ha) improductivas en productivas, incrementando los valores de materia orgánica y por ende mejorando la estructura del suelo y la disponibilidad de nutrientes. Actualmente, de esta manera, se han recuperado más de 100 ha, pudiendo ser cultivadas con centeno o sorgo que luego son utilizados en la confección de la dieta de los animales.

De cara a realizar cada día un manejo más sustentable de los suelos, actualmente la empresa, a parte de lo antes mencionado, cuenta con más de 200 ha de cultivos de cobertura, con el objetivo de mantener un balance del carbono estable de los lotes, que permita mitigar la degradación de los suelos y conservar los recursos productivos para generaciones venideras.

Por Lic. en Economia  y Adm. Agraria Lisandro Torrens

INTA 9 de Julio

Asesor

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