Negocio inviable

Los contratistas no la tienen nada fácil

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Retenciones, inflación y la grave inundación en media provincia de Buenos Aires, la situación se convierte en difícil para los miles de contratistas bonaerense y que tienen en sus manos la inmensa responsabilidad de sembrar y cosechar prácticamente el 80% de cada campaña agrícola.
De cara a esta campaña 15/16 los números no están dando para los contratistas. Ya la bajísima siembra de trigo, en 9 de Julio se sembraron tan solo 6.000 has., y esto obligo, a más de un centenar de contratistas nuevejulienses no movieran sus sembradoras y lo que repercutirá en diciembre próximo a la hora de cosechar.
La situación la explica muy bien Juan Ponde, contratista de Carlos Casares e integrante de la Comisión Directiva de la Cámara Bonaerense de Contratistas Rurales, que recientemente fue partícipe de la charla que dio el Ing Ventimiglia en Sociedad Rural.

En dialogo con El Regional Digital, brindo un análisis de la situación, poniendo de manifiesto que la misma “es compleja, por muchas razones y otras particulares del presente año que son conocidas por todos”, indico.
“Los costos que tenemos son altísimos y que el negocio sea inviable, a tal punto que resulta difícil cargarle gasoil a la camioneta, con lo cual queda en claro que ni siquiera podemos comenzar a hablar de producción”, definió.
En el mismo plano, observó la necesidad de “refinanciar campañas anteriores, porque los números no cierran, más allá de la buena producción, pero con los mercados en contra”.
Por otra parte, sobre el rol de la Cámara Bonaerense de Contratistas Rurales señaló que la misma intenta “nuclear a los trabajadores del sector, realizando una docencia para perfeccionar el negocio, ya que el mismo es el que más invierte en tecnología y producción”.
“En este momento esta tarea es fundamental, ya que en el transcurso de los últimos años han quedado en el camino prácticamente un 80% de los contratistas rurales, quienes ante la imposibilidad de renovar maquinaria y obtener réditos para afrontar mayores producciones”, agregó el dirigente, sin omitir la influencia de aspectos tales como las cargas sociales, la cuestión impositiva y el valor de los insumos.
“Internacionalmente los precios son muy buenos, pero en la Argentina rigen las retenciones y la inflación nos aplasta”, concluyó.

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