La actividad del picado de maíz, una labor de intensidad no recomendada para lentos

Share on FacebookShare on Google+Tweet about this on TwitterShare on LinkedIn

Días antes de la cosecha del girasol, la región es escenario por estos días de la picada del maíz silero una actividad donde sus actores solo persisten si invierten en tecnología, realizan una excelente calidad de trabajo y tienden a saber buscar nuevos clientes en la región pampeana, para confeccionar el forraje de cada año.

Sus clientes son tambos y feedlot, aunque los primeros han disminuido en cantidad de explotaciones, estos prestadores de servicios que en la provincia de Buenos Aires según la Cámara (CACF) que los agrupa cuenta con 55, pero hay un número mayor, se convierten por no más de 45 días en nómades, como contratistas del forraje.

Las provincias de Córdoba y Santa Fe cuentan con un número idénticos y luego Entre Ríos con apenas 9 empresas.

Desde El Regional Digital  dialogamos con el naoense Ignacio “Nacho” Allegre, responsable en la empresa juninense Culciatti/Alonso desde hace  10 años, quien cuenta con clientes en el partido de  9 de Julio y resumió que es una tarea rural muy intensa, con 16/17 horas de trabajo diaria, iniciando a las 05 AM,  se almuerza y se prosigue hasta las 22/23hs;  y reconoce que se han cerrado muchos tambos y si bien recompensa  que los productores se van para la vaca de cría con el forraje conservado, a lo que se suma el crecimiento del feedlot, un negocio que  ha crecido, además de cambiar el mismo por la aparición de mucha competencia, que años atrás no se daba.

La labor cuenta con dos factores importante: el picado y embolsado, y en ambos casos son tecnologías de un alto valor económico a la hora de invertir, lo que se debe hacer en dólares y cobrar en pesos, resumió Allegre, además se debe contar con tractores pesados, si el trabajo es hacer “silo puente”, y hay un alto costo de mantenimiento.

En cuanto a la mano de obra los campamentos son entre 15 y 20  personas, según la cantidad de camiones que ocupen, los responsables del embolsado, el maquinista, tractoristas, entre otros.

Y que por cuestiones de la pandemia han tenido que incorporar más casillas, los transportistas descansan en sus camiones y se cumplen con protocolos.

El embolsado

Realizar esta práctica el secreto está en la prensa que se le dé al mismo, cuenta Allegre, esto es tanto para el silo bolsa o el silo puente, en este caso es demandante el trabajo de los tractores y sus tractoristas a la hora de la confección, ya que un mal trabajo, es muy posible que se pudra el pasto y el mismo no servirá.

Además hay que llegar en el momento justo  para su picado, de allí la necesidad de la labor se convierte en muy intensa, no hay espacio para lentos, son muchas horas de trabajo y se lo debe realizar de manera excelente, sin fallar, apunta.

En el caso de la empresa cuentan con una picadora New  Holland FR 600, tractores de buen pesos, una embolsadora de  10 pies, pero dispuestos siempre a la necesidad que requieran los clientes, subrayo “Nacho” Allegre.

Datos

En la ultima campaña 19/20 se ensilaron 1.978. 347 has. , una menor superficie que las dos anteriores que fueron por arriba de las 2M/H.

En cuanto al uso de ese forraje se repartieron un 51,2 % para carne, 48,8% leche. El 68, 8% de los establecimientos realizo silo bolsa y el 31,2% silos aereos (puente).

Mientras que el tipo de forraje fue 64,3, maíz, 13,5% sorgo y  22,2% silos de verdeos/pasturas, según datos de la CACF

Deja un comentario