Jorge Pedreschi, Aero Aplicador: “No hay ninguna duda los tornados no se pueden predecir”

Share on FacebookShare on Google+Tweet about this on TwitterShare on LinkedIn

Llegar al Aero Club de 9 de Julio genera un panorama desolador, ya en el trayecto al predio hacia el norte de la ciudad comienza a visualizarse ese escenario.

Luego de hablar con las autoridades de la institución aeronáutica de 9 de Julio, desde el Regional Digital nos dirigimos al sector de los hangares de los Aero aplicadores, donde desde unos 500 metros ya se podía ver el desastre que había dejado la tormenta del pasado martes 19 en parte de la ciudad y el área rural, ruta 5 al norte para graficar.

Ya en el trayecto hacia dichos hangares veíamos las chapas (retorcidas como papel), dispersadas sobre el dañado lote de soja (que dicho sea de paso estaba espectacular, bien dicho estaba, ahora no lo está, la piedra lo destruyo). Llegamos y los hangares destrozados.

Zona de guerra: Asi quedaron los hangares de los aero aplicadores de 9 de Julio

Allí estaba Jorge Pedreschi observando como el trabajo de tantos años se había destruido en tan solo 5 a 7 minutos. Alberto Badano, trabajaba en lo que solo podía acomodar del desastre y solo hacia silencio. En la otra punta Cecilia Sosa observa que solo el piso de hormigón había quedado, el resto voló.

En sus primeras palabras, Pedreschi resumió diciendo “esto no tiene explicación. Es una cuestión climática y no hay ninguna duda, los tornados no se pueden predecir”, aseguro el experimentado aero aplicador que comento ya en el año 1982 una tormenta le había destruido uno de sus primeros aviones en el sudeste bonaerense.

Según Jorge Pedreschi, “se puede predecir una tormenta, pero el tornado es imposible. Y no sabes tampoco sus recorridos. Y bueno, nos tocó a nosotros esta vez”, se consuela.

Hangar de Pedreschi destruido, detrás el de Alberto Badano, también arrasado por el tornado

En cuanto a los daños, el Aero aplicador nuevejuliense informo que “rompió todo, rompió un avión. A excepción uno de los hangares mío quedó intacto, fue el único, el más viejito”.

En el hangar roto de Pedreschi, comento “tuvimos que cortar todo el cabreado para poder sacar el avión de adentro, porque no lo podíamos sacar. Y bueno, ahora estamos en la lucha de ver si podemos lograr rearmar otra vez todo”, apunto.

Pedreschi informo que, al momento del tornado, ningún personal de los hangares estaba, porque si no estaríamos hablando de otro tipo de problemas y que serían más graves que un hierro retorcido”, comento.

Por último, Pedreschi menciono que en el caso de los Aero aplicadores son empresas familiares, y de esto se sale y avanza con plata, sacrificio, y el cuerpo. Acá intervienen todas las familias, ¿viste?. Tanto sea el vecino como nosotros, como el otro muchacho que estaba en el fondo. Son todas empresas familiares que se van sucediendo de padres a hijos.

Deja un comentario