Impacto de la inseminación a tiempo fijo en la productividad de los rodeos de cría

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El desarrollo de programas de inseminación artificial a tiempo fijo (IATF) marcó un antes y un después en la utilización de esta poderosa biotecnología en los rodeos de cría. Cabe señalar que, gracias a ella, en la Argentina el número de vientres de cría inseminados se cuadruplicó en los últimos quince años. A comienzos de los 2000 se inseminaban poco menos de un millón de hembras, en tanto que en la actualidad la cifra supera los tres millones de cabezas.

Ahora bien, ¿qué aporta la IATF para haber generado semejante impacto? El efecto debe analizarse separadamente en el ocasionado en aquellos establecimientos donde no se inseminaba y en los que ya eran usuarios de la técnica en su forma convencional. Para los primeros, estos programas fueron la llave que permitió el acceso de la IA. En aquellos que ya inseminaban, la IATF posibilitó aumentar la población bajo inseminación. Históricamente, el 90% de las inseminaciones en rodeos de cría correspondían a vaquillonas, lo que implicaba acotar la población bajo inseminación a una cuarta o quinta parte del rodeo. Por otra parte, concentrar las inseminaciones en vaquillonas significaba reducir la población de toros superiores a sólo aquellos que garantizaban facilidad de parto. La utilización de la IATF simplificó marcadamente la IA de vacas con cría al pie, aumentando de esta manera la base inseminable de los rodeos.

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El aporte de la IATF transita por dos niveles diferentes: genética y reproducción. Desde el andarivel de la genética, simplifica el acceso masivo a los reproductores superiores. Desde el aspecto reproductivo, el beneficio logrado es a través de una mejora sustancial de la eficiencia al permitir que una mayor cantidad de vientres se preñe al comienzo del período de servicio. De hecho, es posible preñar la mitad de los animales tratados el primer día del servicio.

Los beneficios productivos de la aplicación de la IATF rondan en un aumento del 18-20% en los kilos de ternero destetado. Parte de la diferencia atribuida a la superioridad genética y parte a que los terneros nacen más temprano en la época de parición. A esta producción de kilos extra hay que sumarle los beneficios económicos originados por la necesidad de una menor cantidad de toros.

El productor cuenta con un paquete tecnológico brindado fpor su veterinario asesor que facilita la utilización de la IA tanto en vaquillonas como en vacas con cría al pie, con todas las ventajas que ello implica, cuya relación costo-beneficio actual es inmejorable.

Por gSergio Marcantonio

Médico Veterinario. Profesor Adjunto de la Cátedra de Teriogenología, Facultad de Cs. Veterinarias de la UBA. Director de Taurus. Asesor privado.

e-mail: sergiomarcantonio61@gmail.com

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