La alerta de un vecino a El Regional Digital dio cuenta que sobre una calle paralela a la Av. Juan Domingo Perón entre Compaire y Av. Eva Perón, a metros del albergue canino, se observaba la cría de cerdos, entre ellos lechones que se alimentaban del basural del lugar, refirió el vecino.

Desde nuestra redacción nos hicimos presentes para constatar lo dicho y se pudo observar 10 lechones de entre 10 a 15 kilos alimentándose de basura, inclusive se divisó a tres animales salir del predio donde se arroja la recolección de residuos de la ciudad de 9 de Julio. Además de una cerda encerrada en un corral, con lo cual se realiza la cría ilegal de esta producción a pocas cuadras del centro de la ciudad.

Cabe destacar que en el lugar hay mucha vegetación de arbustos y matorrales de pastos, lo que hace casi invisible la presencia de estos animales, que por la alimentación que utilizan potencian que los mismos puedan adquirir triquinosis, una enfermedad muy denunciada por el Estado Municipal y que advierte al faenar este tipo de animales realizar un análisis de “triquina”. Se espera que las areas de control como Zoonosis y Producción tomen medida al respecto.
La triquinosis
La Triquinosis es una Zoonosis, es decir una enfermedad transmitida de los animales al hombre. En nuestro país es posible detectarla en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, San Luis, La Pampa y toda la región Patagónica. Por la frecuencia con que se detectan afecciones humanas se la considera endémica en nuestra Provincia.
Es una enfermedad producida por un parásito (Trichinella spiralis) que es un pequeño gusano redondo de color blanquecino.
El parásito se mantiene en organismos huéspedes, generalmente mamíferos carnívoros, que adquieren la parasitosis cuando se alimentan de carne parasitada. El huésped de mayor riesgo para el hombre es el cerdo, porque su carne es utilizada como alimento.

La aparición de la enfermedad en los cerdos está vinculada en muchas ocasiones al medio en que habitan y a la alimentación que reciben, especialmente cuando son criados en basurales, alimentados con desperdicios de mataderos o con residuos de comidas. En cualquiera de estas situaciones proliferan roedores y ellos son los responsables, la mayoría de los casos, de mantener la enfermedad en una región.