Siembra récord de trigo en la campaña 2025/26
El clima favorable y costos en baja impulsan el cultivo El área sembrada alcanzaría los 6,7 millones de hectáreas, igualando el máximo histórico; se espera una producción de 20,5 millones de toneladas
La campaña de trigo 2025/26 arranca con señales alentadoras. Según el Informe de Pre-Campaña Nº 51 publicado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, se espera que la superficie sembrada alcance las 6,7 millones de hectáreas, igualando el máximo histórico registrado en la campaña 2021/22. Esto representa un incremento del 6,3 % respecto al año anterior y del 6,7 % sobre el promedio de las últimas cinco campañas.
La recuperación en la intención de siembra responde principalmente a una combinación de factores: la mejora en la disponibilidad hídrica, el pronóstico climático favorable para el otoño-invierno, una baja significativa en los costos de insumos y la expectativa de una leve recuperación de márgenes. La producción total se estima en 20,5 millones de toneladas, lo que implica un aumento del 10,2 % interanual y del 20,2 % en comparación con el promedio reciente.
Mejores condiciones climáticas y agronómicas
El reporte detalla que la campaña anterior estuvo condicionada por un evento «La Niña», que restringió las lluvias durante la siembra. En contraste, este ciclo muestra una transición hacia condiciones climáticas «Neutral-Cálidas», lo que favorece mayores precipitaciones durante el otoño e incluso la primavera. Esto genera expectativas de una implantación exitosa y un desarrollo del cultivo más robusto.
En el norte y centro-oeste del área agrícola -incluyendo Córdoba y el oeste bonaerense- se espera un repunte interanual del 9 % y 10 % respectivamente. Estas regiones ven al trigo como un cultivo estratégico para generar ingresos en contextos de alta variabilidad climática. En tanto, el centro-este (como el núcleo pampeano) proyecta un aumento del 8 % gracias a una buena recarga hídrica y márgenes mejorados con esquemas tecnológicos intermedios y altos.
En el sur, históricamente dedicado a cultivos de fina, la superficie sembrada se mantendría estable. Sin embargo, la relación trigo/cebada aún está en evaluación y podría definirse en los próximos meses según se desarrollen las condiciones para la siembra.
Un escenario climático favorable, pero con riesgos
El otoño mostró una mejora en las condiciones climáticas con el regreso de lluvias que recargaron los perfiles hídricos. Para el invierno, se prevé una distribución normal de precipitaciones, aunque algunas zonas del sudoeste y Cuyo podrían mantenerse deficitarias. También se esperan heladas de moderada a alta intensidad.
En primavera, el pronóstico indica una continuidad del buen aporte hídrico en la mayor parte del país. No obstante, persisten riesgos como la reactivación de focos secos y la posibilidad de heladas tardías.
Costos a la baja, márgenes ajustados
Desde el plano económico, el precio internacional del trigo ha mostrado una baja del 6 % interanual, ubicándose en torno a los 204 dólares por tonelada en Chicago. En el mercado local, el precio a cosecha ronda los 205 dólares por tonelada, lo que significa una caída del 5 % respecto al año anterior y del 11 % frente al promedio de los últimos cinco años.
Sin embargo, los costos de producción han retrocedido de forma notable. El precio de la urea cayó un 24 %, el fosfato diamónico un 14 %, el 2,4-D bajó un 19 % y el glifosato un 29 %. Solo los combustibles presentan un alza del 7 %. Esta caída generalizada en los insumos mejora la relación insumo-producto, aunque los márgenes siguen siendo estrechos o incluso negativos en algunas zonas.
«Cualquier mejora en los precios o disminución adicional de costos podría modificar sensiblemente los resultados económicos de los productores», indica el informe.
Aporte económico y perspectivas
Se estima que el trigo generará divisas por USD 3.600 millones, un 26 % más que en la campaña previa. Las exportaciones alcanzarían los USD 3.404 millones (+14 %) y el aporte a la recaudación fiscal sería de USD 937 millones (+7 %).
Con los stocks globales en su nivel más bajo en una década y desafíos productivos en países exportadores clave como Australia, Estados Unidos y Rusia, Argentina tiene la posibilidad de fortalecer su rol como proveedor estratégico de trigo. Pero el informe advierte que para aprovechar este escenario será necesario mantener políticas que incentiven la inversión, promuevan la producción y faciliten las exportaciones.
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