Informe Caprolecoba

Sostienen que en el tambo es elocuente la variación de precios y costos

variación anual de precios y costos son elocuentes

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En el oeste las lluvias de enero cortaron la seca sin llegar a recargar los perfiles de suelo, como lo necesitaban. En febrero se sigue sumado más en forma dispar, y un patrón similar se espera para marzo. “La Niña” seguirá hasta el otoño, limitada por forzantes climáticos regionales, y de allí parece que iríamos a una situación de neutralidad, describió en su informe de febrero, la Cámara de Productores de Leche del Oeste Bonaerense (Caprolecoba)

En cuanto a la cadena, informo que el OCLA publicó un estimado de producción para 2021 con un crecimiento de +1,5%. Es el de las mayores industrias, brinda una referencia útil para toda la cadena, y es bueno contar con él.

En el oeste el pasto mejoró su disponibilidad (lluvias  de enero). Es posible que este año no dispongamos  la cantidad/calidad de silo de maíz de otras veces y habrá que dosificar con cuidado los concentrados. La disposición de los equipos de  trabajo  y el estado del rodeo empujan a favor.

Febrero: Al ritmo de lo posible, la recuperación del precio puede continuar  

Los números de la variación anual de precios y costos son elocuentes. Con esta dinámica no será posible sostener el crecimiento en los tambos. La industria lo entiende, porque lo vive también a su manera. Quizá falte que también lo comprenda el gobierno.

La cadena ha comenzado de a poco a recuperar precios respecto de inflación y dólar, pero aún está lejos y debe continuar. El tema es ver si podremos aguantar el “ritmo de lo posible”.

Contexto institucional y la cadena: Siempre  manda el mercado. Aun cuando está intervenido.

En el devenir de una actividad económica, como es la lechería, manda el mercado. Como suma de factores que arbitran el juego de dos grandes fuerzas en pugna: oferta y demanda. Siempre manda el mercado.

La pretensión de desconocer esto sólo puede distorsionar por un tiempo las cosas, generar problemas innecesarios, pérdidas a los actores intervinientes y a toda la sociedad.

Hoy en el mercado interno no es el consumidor quien dice hasta cuánto acepta pagar por los lácteos, y en el externo, las industrias no pueden capturar en plenitud los muy buenos precios de este año (que así, tampoco llegan al productor).  Otra vez un gobierno se decide por un mercado intervenido, cuyo perjuicio final, ya conocemos.

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