Siembra temprana de verdeos de invierno

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Los verdeos de invierno (avena, cebada, trigo tritcale, raigrás), son cultivos anuales que se caracterizan por producir un volumen muy alto de forraje de buena calidad en un periodo corto de tiempo, donde las pasturas implantadas han disminuidos su producción.
De esta manera, para tener pasto en otoño se recomienda la siembra temprana de los mismos (mediados de febrero), lo que permite pastorear antes y aprovechar mayor cantidad de veces y con mayor rendimiento en materia seca total.

La avena es el cultivo forrajero más utilizado en la zona debido a su extenso periodo de producción. Al momento de la siembra hay varios puntos a tener en cuenta; entre ellos la calidad de la semilla a utilizar, dada por su poder (97-98%) y energía germinativa, su peso de mil y pureza. Otro aspecto de importancia es el nivel de dormición que tiene la semilla que se va a sembrar, que condiciona el éxito de implantación del verdeo.

Que es la dormición
Para germinar, las semillas deben tener condiciones óptimas de luz, agua y temperatura las cuales varían según la especie.

Sin embargo en algunas especies, aun con condiciones óptimas puede demorarse la germinación. Esto se debe a una condición fisiológica de las semillas, la dormición o latencia. Este es un mecanismo impuesto por la planta madre para evitar la germinación temprana de las semillas.
Al ser la avena un cultivo de invierno, sus semillas necesitan acumular horas de frió para poder superar esta condición y germinar normalmente. Por eso, al realizar siembras tempranas(o de otoño muy cálidos) y en el caso de que la semilla sea nueva (cosecha del mismo año), se recomienda realizar los ensayos de germinación con y sin pre enfriado a fin de conocer la existencia de esta condición y la merma (momentánea) en el poder germinativo.

Por Equipo Técnico Laboratorio Los Cardales
Ing. Agr. Melaine Orazi – Ing. Agr. Manuel Lavaze

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