Peste porcina africana: qué recaudos debe tomar Argentina

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Debido a la constante recirculación del virus de peste porcina africana (PPA) en países de Europa del Este, la aparición de jabalíes en la frontera de Bélgica con Francia y la expansión en China que afecta a países vecinos como Mongolia, Vietnam y Corea de Sur, el Senasa reforzó medidas sanitarias para prevenir el ingreso de esta enfermedad a la Argentina.

La PPA es una enfermedad exótica que nunca fue detectada en nuestro país y, aunque por su alta mortalidad provoca grandes pérdidas económicas en los países donde está presente, no afecta a las personas ni altera la inocuidad de la carne.

Por su nombre y signos clínicos, puede confundirse con la peste porcina clásica, enfermedad ausente desde 1999 en la Argentina y para la cual se ha obtenido el reconocimiento internacional de país libre por parte de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) en 2018, reconfirmado este año.

Es importante considerar que no existe una vacuna efectiva que sirva como herramienta para frenar la peste porcina africana. Asimismo, que los jabalíes y cerdos asilvestrados tienen un rol preponderante en la diseminación de esta enfermedad de notificación obligatoria.

Ante este escenario mundial, recomendaron a los productores porcinos mejorar las medidas de bioseguridad de sus granjas, notificar de manera inmediata casos sospechosos y mortandades elevadas, no alimentar a los cerdos con desperdicios y restringir el ingreso de personas al predio, especialmente de aquellas que hayan estado en países afectados.

La peste porcina africana se caracteriza por provocar fiebre alta, pérdida de apetito, hemorragias en piel y órganos internos, enrojecimiento de la piel de las orejas, abdomen y patas, diarreas y elevada mortandad en porcinos.

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