Micotoxinas, tenemos un plan

INTA Pergamino está pensando una estrategia de intervención en los territorios con un tema delicado como son las micotoxinas en maíz.

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En la sede del INTA Pergamino, un nutrido grupo de profesionales fue parte de una reunión que tuvo como objetivo pensar conjuntamente la forma de llevar la problemática de las micotoxinas a puntos específicos de la región.

Daniel Presello, referente en el tema, se encontró con extensionistas del INTA en la zona norte de la provincia de Buenos Aires (PRET Agrícola y PRET Agrícola Ganadero del Centro) y con especialistas del programa nacional de Cereales y Oleaginosas de la institución.

“La Extensión es muy importante para esta instancia, contamos con mucha información en el Programa y en la literatura internacional sobre micotoxinas”, comentó Presello a modo de introducción sobre la reunión que tuvo como objetivos elaborar conjuntamente con los extensionistas mecanismos para que ellos puedan contar en tiempo real con información; y a su vez para que desde los territorios surjan también inquietudes hacia el programa que investiga sobre el tema.

De esta manera “será posible elaborar un programa que genere datos a nivel local para que en cada territorio exista información autóctona sobre micotoxinas, y que ésta se pueda difundir”, destacó Presello quien además estimo que si las condiciones son propicias en un lapso que no supere los tres años se podría contar con un producto logrado que posibilite internalizar la problemática en los territorios.

¿Qué son las micotoxinas?
Las micotoxinas son sustancias tóxicas producidas por algunos hongos que afectan al maíz y que significan un problema serio para la salud humana y animal. Según el especialista del INTA Pergamino, hoy mediante medidas de manejo se pueden evitar las enfermedades; y en caso de que igualmente se diera la contaminación, se puede manejar el grano de manera tal que el efecto de la contaminación se minimice dado que es complejo eliminar las micotoxinas una vez que se produjo la contaminación. En esos casos puntuales existen alternativas, como productos que absorben a la micotoxina y luego son eliminados por las heces, o también se pueden diluir granos contaminados con no contaminados para así obtener un alimentos que tendrá un nivel de contaminación por debajo de lo recomendado y será seguro.

INTA Pergamino cuenta con información respecto a resistencia en híbridos comerciales; también a tecnologías de manejo; y tiene en desarrollo muy avanzado un sistema de pronósticos que puede decir en qué regiones hay más riesgos de contaminación. Paralelamente desde la Experimental se han elaborado tecnologías de poscosecha que permite una reducción en la contaminación. “Toda esa información está disponible, además de que estamos generando nuevos datos, pero lo importante es que con lo que ya tenemos podemos intervenir en los territorios para producir cambios y es el objetivo de éstos encuentros”, sentenció Presello.

Consultado el profesional sobre la situación actual, reflexionó que las industrias que procesan granos de maíz, obtienen productos para consumo humano, animal o destino final, que son “bastante inocuos”. Pero aseguró que la micotoxina no se elimina, sino que queda en el coproducto que generalmente va a la producción de alimentos balanceados, con lo cual estará más contaminado que el grano original, porque justamente la contaminación se acumula ahí.

“Los productores de cerdos o aves están con un problema serio que ven dificultades y no entienden el porqué, entonces la idea es poder transmitirles que las micotoxinas pueden estar causando esos inconvenientes”.

¿Cuáles son las medidas de manejo para prevenir la contaminación?
La tendencia actual de los mercados es a comercializar productos inocuos y los límites permitidos tienen una tendencia
decreciente. Es necesario adoptar medidas de mitigación para mantener la producción de maíz con niveles de contaminación
compatibles con la salud de la población y las exigencias de los mercados.
Algunas de las medidas recomendadas son las siguientes:
– Usar cultivares que expresen resistencia genética a las podredumbres de espiga.
– Usar prácticas de manejo recomendadas y evitar condiciones de estrés.
– Realizar siembras tempranas ya que son menos afectadas.
– Minimizar el daño por insectos. Uso de híbridos BT o insecticidas para Lepidópteros.
– Realizar cosechas tempranas.
– Ajustar la cosechadora para eliminar granos dañados y evitar la rotura de los mismos.
– Realizar buenas prácticas de almacenamiento, especialmente cuando se utiliza silobolsa.

Fuente: Prensa INTA Pergamino

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