La siembra directa en la escuela

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El Congreso Maizar 2015, que se realizó este martes y miércoles en el centro de exposiciones Parque Norte, de Buenos Aires, se presentaron una serie de programas que trabajan en la mejora de la educación y ayuda a los colegios, y el programa de difusión de la actividad agropecuaria en las escuelas de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa.
“El Proyecto Aula fue creado para difundir el programa de producción agrícola sustentable, para contar qué hacemos como productores y para aclarar dudas sobre cómo se producen los alimentos y cómo se cuida el ambiente, para aclarar los malos conceptos”, dijo el ingeniero agrónomo Miguel Angel Alvarez, líder de la iniciativa. La difusión se realiza a través de las 36 regionales de Aapresid que se programaron realizar 10 charlas en sus zonas de influencia, lo que lleva a más de 300 charlas anuales. “No defendemos la mala praxis, promovemos las buenas práctica agrícolas y la aplicación de biotecnología”, aclaró Alvarez. “Decimos que somos productores de alimentos, que la producción que no se hace en siembra directa erosiona los suelos; instruimos sobre el manejo eficiente y responsable de los fitosanitarios, decimos que si no los aplicamos los insectos y hongos se comerían el 45% de los cultivos, o que la toxicidad del glifosato es más bajo que la sal, la aspirina o la lavandina y que hoy el 85% de estos productos son banda verde, no ofrecen toxicidad”.

Luego, la licenciada en Ciencias Políticas, Constanza Ortiz, gerente de Proyectos de la Fundación Bunge y Born, presentó el Programa Sembrador que hace 40 años respalda la tarea docente en escuelas rurales. Las cuestiones de los recursos materiales (problemas de infraestructura y acceso tecnológico) y que los docentes necesitan seguir mejorando en capacitación, para lo cual brindan cursos a distancia (de matemáticas, lengua y ciencias naturales) por la convicción de que “los directores de los colegios rurales necesitan formación específica”. La fundación además envía por año material escolar a 750 escuelas y 40 mil alumnos.

La misma Fundación lleva adelante el Proyecto Alfredo Hirsch, por el cual escuelas de todo el país pueden certificar la Norma Iso 9000. Patricio Ferrario, a cargo del Proyecto, informó que ya certificaron 10 escuelas de todo el país de todas las vertientes: estatales, privadas, religiosas y rurales. “Con tanta mala onda que hay, sepan que existen escuelas que se esfuerzan por certificar una norma internacional”, dijo Ferrario. “En educación nadie tiene la calidad ganada de antemano. Los proceso de mejoras son para los percherones, no para los pura sangre que corren muy rápido solamente dos mil metros”.

En el taller El agro y la educación, en Maizar se presentó también el Programa Escuelas Verdes, iniciativa del Gobierno Autónomo de la Ciudad de Buenos Aires, que promueve el desarrollo sustentable a través de la educación y la gestión ambiental. “Trabajamos en temáticas de energía renovables, uso eficiente de energía y cambio climático con talleres para docentes y alumnos”, describió el ingeniero Carlos Gentile, responsable del programa. Enumeró que en la ciudad hay 33 escuelas con instalaciones de energía renovables y 433 escuelas con huertas. El total de escuelas públicas y privadas de la ciudad supera las 2.500 con más de 750 mil alumnos.

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