La Industría frigorífica Argentina en su momento mas crítico
Informe de la Cámara de la industria y comercio de carnes y derivados de la República Argentina "CICCRA" . Preocupa la informalidad en la faena y el consumo interno se retrajo
La Industria Frigorífica Nacional continúa atravesando una crítica situación, generada por:
A. Una política macroeconómica que conspira contra las exportaciones de carnes y de todas las producciones regionales, llevada adelante por un Ministro de Economía que parece inspirado en la funesta política de Martínez de Hoz (ver más abajo pérdida de competitividad);
B. Falta de control comercial y sanitario en la industria del consumo, sustentada por la inacción de la USECI, hecho que mantiene en el tiempo la política llevada adelante por Guillermo Moreno, es decir Supermercadismo y Saladita. Lo que se traduce en un mercado formal con altos precios y “precios cuidados” (supermercados) y un sector informal sin ningún tipo de control sanitario ni fiscal (Saladita).
Se encuentran dentro del sector informal las seudo-cooperativas e industrias sin un verdadero control de SENASA y los frigoríficos provinciales y municipales de todo el país.
Da toda la sensación de que hay empresas que en virtud, de la impunidad con la que operan, tendrían protección política, por lo que los organismos del Estado no funcionan ante el temor de los funcionarios a represalias.
Como síntesis, reiteramos al Señor Ministro y al Señor Secretario de Comercio, que serán los responsables del cierre de fábricas exportadoras si no mejoran el tipo de cambio efectivo para la industria y si comienzan a generarse problemas de salud por falta de controles sanitarios.
En esta oportunidad debemos referirnos nuevamente a la pérdida de competitividad que enfrenta la economía argentina en general y el sector cárnico en particular. Porque en las últimas semanas se profundizó el proceso de corrección del tipo de cambio en Brasil, ampliándose la brecha que habíamos planteado en el Informe anterior.
Con datos a diciembre de 2014, Argentina había acumulado un deterioro de 25,3% de su tipo de cambio real (contra el dólar) con respecto a diciembre de 2010. Y Brasil tenía una mejora acumulada de 18,7% en el mismo lapso de tiempo.
Ahora, con datos a la primera semana de marzo de 2015, el deterioro del tipo de cambio real de Argentina (contra el dólar) ascendió a 27,0% con relación al cierre de 2010, al tiempo que la mejora de la competitividad de las producciones brasileñas llegó a 34,4% en igual lapso de tiempo.
En consecuencia, el deterioro de la competitividad de Argentina con relación a la de Brasil pasó de 37,1% acumulado a diciembre del año pasado, a 45,6% a la primera semana de marzo de 2015.
Al respecto, la única diferencia entre la política de Martínez de Hoz y la de Kicillof pareciera estar en la forma de financiar al país. En el primer caso, se favoreció el ingreso de capitales del exterior, vía el endeudamiento público y privado, lo que provocó que el tipo de cambio (‘fijo’) se atrasara. En tanto, en la actualidad el déficit fiscal se financia con emisión monetaria, que genera una elevada tasa de inflación, mientras se administra la depreciación del peso para evitar una nueva corrida cambiaria. Una vez más se provoca atraso cambiario y, por lo tanto, pérdida de competitividad.
De acuerdo con nuestras estimaciones, en el segundo mes del año la faena de hacienda vacuna ascendió a 971 mil cabezas, interrumpiendo un período de siete meses consecutivos de caídas. En relación a un año atrás la actividad sectorial creció 3,8%, tasa que llegó a 15,3% cuando se tiene en cuenta que en febrero de 2015 hubo dos días hábiles menos que en febrero de 2014.
Por su parte, en febrero la participación de la faena de hembras en el total continuó siendo elevada (quedó ubicada en el límite superior de la banda crítica considerada necesaria para sostener el nivel de existencias), pero en términos interanuales exhibió una importante corrección a la baja. El guarismo se ubicó en 45,2% de la faena total en el segundo mes del corriente año, registrando una caída de 1,1 puntos porcentuales en relación a un año atrás.
Al considerar el primer bimestre del año, la faena total fue de 2,021 millones y se ubicó 1,6% por encima de la registrada en enero-febrero de 2014.
En febrero de 2015 la producción de carne vacuna ascendió a 214 mil toneladas res con hueso (tn r/c/h), lo que arrojó una suba de 4,9% anual (+10.000 tn r/c/h). Corregido por la cantidad de días hábiles, este guarismo llegó a 16,5% anual. En el acumulado de los primeros dos meses del año se produjeron 445 mil tn/r/h de carne vacuna, volumen que se ubicó 2,6% por encima del registrado un año atrás (+11.300 tn r/c/h).
En enero-febrero de 2015 la producción de carne vacuna totalizó 445.000 tn r/c/h y acumuló un avance de 2,6% interanual. Esto implicó un aumento de la oferta de carne vacuna de casi 11.300 tn r/c/h en relación al primer bimestre de 2014.
Según nuestras estimaciones, en los primeros dos meses del año se enviaron 417,7 mil toneladas r/c/h de carne vacuna al mercado interno. Este volumen resultó 2,0% superior al registrado en enero-febrero del año pasado (+8.077 tn r/c/h). Al haber evolucionado a un ritmo inferior al de la producción total, la importancia relativa del mercado doméstico en términos de la producción total disminuyó 0,6 puntos porcentuales en relación a un año atrás, quedando en 93,8%. No obstante lo cual, se mantuvo muy próxima al máximo verificado en el primer bimestre de 2002 (94,7%).
En lo que respecta al consumo per cápita de carne vacuna, el promedio de los doce meses que finalizaron en febrero de 2015 llegó a 59,0 kg, guarismo que resultó 5,6% inferior al registrado en febrero de 2014.
Y en el primer mes del año se certificaron exportaciones de carne vacuna por un volumen total de 11.435 tn r/c/h, lo que implicó un incremento de 34,2% anual. A la inversa, las exportaciones de menudencias y vísceras retrocedieron 17,9% con relación a enero de 2014, totalizando 10.328 tn pp.
Finalmente, en el primer bimestre de 2015 la velocidad de crecimiento de los precios de hacienda en pie y de las principales carnes consumidas por los argentinos continuó disminuyendo, proceso que se puso en marcha en la segunda mitad de 2014.
A pesar de la suba de 5,6% que el precio de la hacienda en pie registró entre diciembre de 2014 y febrero de 2015, en términos interanuales cerró el segundo mes del año con un alza de ‘sólo’ 18,0% anual, el guarismo más bajo desde octubre de 2013 (22,6% anual cuando se considera el promedio del primer bimestre del año). Teniendo en cuenta que la velocidad máxima del aumento se registró en agosto del año pasado (76,5% interanual), el proceso de desaceleración ya cumplió seis meses.
Por su parte, el precio promedio de la carne vacuna también disminuyó su ritmo de incremento, aunque la intensidad del proceso fue menor. Si bien entre puntas del primer bimestre del corriente año el precio de la carne aumentó sólo 1,8%, en términos interanuales el precio promedio de febrero de 2015 se ubicó 21,9% por encima del de doce meses atrás (29,8% anual al considerar el primer bimestre del año). Y en este caso, debe señalarse que el proceso de desaceleración cumplió cinco meses (comenzó recién en septiembre de 2014), así como que la velocidad máxima que alcanzó el mismo fue inferior al de la hacienda en pie, ya que llegó a 66,6% anual.
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