Historia de una niña: Desapareció su gallina, realizó un dibujo, se viralizó y apareció tras varios días de estar perdida

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Junín de los Andes.- Hace unos días llegó a esta redacción una historia como tantas, pero esta en particular nos llamó la atención, era el caso de Clarita, una niña de tan solo 8 años, a quien se le había pedido su gallina.

Con esos datos tratamos de contactarnos con sus padres, quienes respondieron a la solicitud de realizar la nota, por tan maravillosa noticia, Clarita se había reencontrado con su gallina “blanquita”, ella vive con su mamá Ana, su papá Leandro y su hermanito Gregorio, asiste al Colegio Ceferino Namuncurá, en el cual las maestras le tienen mucho cariño, por su manera de ser, siempre colaborativa con ellas.

Es así que sus papás, Ana y Leandro le preguntan si quisiera contar lo sucedido con “blanquita” y sus cartes, de inmediato respondió que si, fue así que la nota fue pactada para el sábado a las 14;00hs. Al llegar a la casa tocamos timbre, nos recibió Leandro, el papá de Clarita Vázquez, quien nos hizo ingresar a un gran patio, pero no veíamos ni la gallina ni a nuestra entrevistada Clarita. Preguntando por ella, el papá nos refirió que ahi viene, estaba en el gallinero.

Pudimos ver una niña con una sonrisa de lado a lado en sus labios, como así también feliz por estar haciendo lo que le gusta que es estar en el patio jugando con sus muñecas y juguetes, además de atender a su gallina.

La nota se dio con total normalidad, su frescura y amor por los animales reflejaba en cada una de las respuesta que daba, brindó detalles y hasta refirió que se sienta a en un banquito a darle de comer a las gallinas, digo esto porque en el gallinero hay dos, pero su amor es por “blanquita”.

Apelando a la ayuda de mamá y Papá logramos saber que, Clara es una niña de 8 años. Ella es muy sensible, amorosa. Como a todos los niños le gusta mucho jugar en el patio, trepar, hacer destreza, inventar historias pero además de todo eso, ella  ama muchísimo la naturaleza y los animales.

A la edad de 3 años ella ya sabía que su mayor deseo era aprender a andar a caballo y enseñar a los demás a hacerlo por lo que le pidió a sus papás que la lleven a realizar esa actividad ecuestre. Es así que cada sábado ella va a andar en ellos.

En su casa hay muchas plantas las cuales cuida con mucho entusiasmo, además tiene 2 perros, 5 peces y cada tanto adopta hormigas, escarabajos, arañas, lombrices u otros insectos que ella ve en peligro, los alimenta y luego los libera. Cuida mucho de las plantas y se pone muy triste tanto cuando ve un árbol podado como cuando ve un animal lastimado.

Capturas de Facebook sobre el pedido de la Gallina “blanquita”:

Hace un tiempo atrás Clarita le venía pidiendo a sus padres poder tener una gallina, lo cual sus padres le negaron debido a los dos perros con los que cuentan en la casas, pero ella insistía.

Es así que cada tanto se cruzaba a visitar a la vecina de enfrente que tenía varias gallinas, pollitos y huevos a la cual ella la llama como “la señora de las gallinas”, varias veces Clarita le pedía a sus papás que le pidieran un pollito para poder criarlo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En el mes de abril recibió la visita de sus abuelos de Bs. As., y, su abuelo Luis, que ya sabía de su deseo, se lo concedió.

Comenzó armando un gallinero apartado de la casa, con muchísimo entusiasmo y alegría Clara recibió a dos gallinas que le regaló un amigo de sus papás.

Una gallina es de su hermano, y la otra es de ella a la cual llamó “blanquita” (por las 3 manchitas blancas que  tiene en un costado de su cabeza).

Ella se levanta cada mañana, va al patio, se asegura de cerrar bien la tranquera para que no pasen los perros, las alimenta, les cambia el agua, y se queda sentada en un banquito dentro del gallinero hablándoles e intercambiando miradas.

El día Jueves 5 de Mayo, como cada día, Clara se levantó y se dirigió al gallinero pero esta vez Blanquita no estaba. Su gallina no estaba y no había rastros de que le haya pasado nada, en el gallinero, como si hubiera ingresado un animal, simplemente desapareció.

Clara mantenía la esperanza de que vuelva, pensaba que quizás habría saltado el paredón y así como se había ido, volvería.

Pasaban las horas y Clarita empezó a preocuparse porque cerca de su casa hay un gato y podía haber pasado que la haya atacado.

Ella salita, con autorización de sus padres, salió varias veces a caminar por el vecindario en búsqueda de “blanquita”, pero pasaban los días y no aparecía.

Lejos estaba de ella perder las esperanzas de recuperar a su gallina, que, el domingo 8 ( ya habían pasado 3 días ) se le ocurrió la idea de pintarla en un cartel y dejar un teléfono por si alguien la encontraba.

Pasó varias horas haciendo varias copias del mismo para pegar en el barrio y repartir en su escuela.

A sus papás les dio mucha ternura y aun sabiendo que era un poco difícil que aparezca decidieron publicarlo en sus estados de whatsapp.

El papá de Clara además lo publicó en los grupos de compra y venta de facebook por pedido de Clara, sin pensar en que iba a tener tanta repercusión. A  su sorpresa, en muy pocos minutos, la imagen empezó a tener difusión, muchas personas compartiendo la búsqueda. Comentarios de aliento y esperanza.

Hasta que esa misma noche a las doce de la noche recibieron un llamado de una vecina que había visto a una gallina por el barrio.

Al otro día a la mañana fueron hasta el terreno que la señora les había dicho y ahí estaba! Clara la reconoció enseguida, era su “blanquita”.

“Me gusta estar sentada, darle de comer y hablarle, yo me sé idioma gallina y le converso un poquito refirió Clarita”

Los padres confirmaron a ILA que lo positivo que rescatan de todo esto es la solidaridad de la gente, la preocupación y las ganas de ayudar de cada ser humano.

Clara dijo “viste que siempre la gente grande se preocupa por ayudar a los niños?” y que ella sienta eso es muy importante para ellos, que sepa que siempre hay gente dispuesta a ayudar.

Luego de esto, y al ver que mucha gente seguía compartiendo la noticia, editamos la publicación para avisar que ya había aparecido y al día de hoy seguimos recibiendo notificaciones de gente compartiendo la hermosa noticia de que “Blanquita ya está nuevamente en casa“.

A las gallinas se le sumó un gallo blanco, al que denominaron Claudio, que es muy grande y que se encarga de cuidarlas. Como estuvo nevando durante estos días ni asomaron la cabeza del gallinero

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