Expusieron la radiografía de la cadena porcina de Argentina y Brasil
Fue en una jornada en la exposición rural de Palermo, donde productores, tecnicos y economistas coincidieron que Brasil es nuestro principal competidor, pero debe ser nuestro principal socio”
En el marco de la 130° Exposición de Ganadería, Agricultura e Industria Internacional que organiza la Sociedad Rural Argentina (SRA), se desarrolló la jornada “La competitividad del sector porcino”, organizada por el Comité de Porcinos de la SRA y apoyada por Agroceres PIC. Allí, Juan Manuel Bautista, Alexandre Furtado da Rosa y Orlando Ferreres analizaron la cadena productiva del cerdo en Argentina y Brasil. Participaron de la jornada un centenar de productores; el subsecretario de Ganadería, Rodrigo Troncoso; el ministro de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires, Leonardo Sarquis, y su jefe de gabinete, Jorge Srodek,
Seguidamente, Alexandre Furtado da Rosa, director Superintendente de Agroceres Pic para Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, señaló que Argentina y Brasil tienen actualmente costos extremadamente altos pero los precios (de la carne porcina) no son tan malo”, situación que calificó de “problema transitorio”, al tiempo que mencionó las grandes cosechas de maíz que están teniendo ambos países, destacando que la nación vecina exporta el 40% de su producción, siendo el segundo del mundo.
Furtado da Rosa destacó que “Estados Unidos, Brasil y Argentina son los países que tendrán mayor competitividad de costos de producción porcina en el futuro y serán los grandes productores potenciales del futuro”, ventaja que en el caso de los dos mayores socios del Mercosur aumenta por su privilegiado estatus sanitarios y el acceso a maíz.
De acuerdo al experto, en Brasil se consume 112 kg de carnes/hab/año (44,8 kg corresponde a aves, 40,8 kg a vacuna, 15,4 kg a cerdo y 11 kg, a pescado), de los cuales un 70% es de productos cárnicos industrializados. Con 1,7 millones de hembras en producción y 1 millón de empleos, el sector porcino brasileño produjo, en 2015, 3,64 millones de toneladas de carne, de las cuales consumió en el mercado interno 2,1 M de toneladas y exportó 555 mil toneladas, en un 68% va a Rusia y Hong Kong. Brasil es el 4° productor y 4° exportador mundial.
Finalmente, destacó que “la producción porcina (al igual que la aviar) se realiza en una cultura asociativa y que los grandes productores de alimentos de Brasil crían y engordan cerdos, pavos y pollos, con un esquema de integración vertical que la hace muy eficiente, ya que hay contratos de transferencia de tecnología y pago de premios por animales de determinadas características”.
En cuanto a la segmentación de la porcinocultura brasileña, señaló que un 30% son productores independientes, un 45% son integrados (empresas que multiplican material genético y colocan sus animales, contratando productores que los engordan y operan sus granjas con su mano de obra y haciendo un correcto tratamiento de efluentes) mediante el sistema de aparcería (sistema que es el que más crece y seguirá creciendo) y las cooperativas, que representan un 25% de la producción. “Brasil es uno de los pocos países del mundo que tiene cooperativas porcinas exitosas, muy competitivas, que producen también granos y pollos, con gran productividad, señaló Furtado da Rosa.
La cadena porcina argentina generó 12.500 puestos nuevos
A continuación habló el economista Orlando Ferreres, quien realizó un análisis de la situación actual de la producción porcina argentina, destacando su crecimiento en los últimos años y la potencial de incrementar aún más su producción. “La producción creció un 73,2% de 2010 a 2015, generando 12.500 nuevos puestos de trabajo con una inversión de 1.000 millones de dólares, en el período 2009-2015, porque el productor se convenció que conviene agregarle valor al maíz”, al tiempo que resaltó como ventaja de la carne de cerdo, el hecho de que puede ser un gran complemento de la vacuna, con vistas a una mayor exportación de esta última. Citó datos oficiales que le dan un consumo de 11,3 kg/hab/año en 2015, participando en un 9% en el total de proteína animal consumida en la Argentina, al tiempo que señaló que en promedio, para el primer semestre de 2016 los valores en dólares de la carne porcina fueron un 33% menor a los de la vacuna.
Por su parte, según los mismos datos expuestos por Ferreres, la producción total ascendió el año pasado a 483.000 toneladas elaboradas por 178 establecimientos frigoríficos y 382 fábricas de chacinados y saladeros. Estas industrias produjeron 181.000 toneladas de carne fresca y 580.000 de chacinados, en los cuales la carne porcina solo paticipó en un 37%.
Seguidamente, el estudio firmado por el economista señaló que el valor total de la producción primaria de cerdo es 735 millones de dólares y el valor bruto de la producción industrial de cerdo es de 2625 millones de dólares. Luego, el valor agregado bruto (PIB) de la cadena porcina fue calculado por Ferreres en 2101 millones de dólares y el empleo generado es casi de 40.000 puestos. Si se compara el Valor agregado Bruto (PIB, no incluye comercialización) con otros sectores de la economía, para Ferreres la cadena del cerdo tiene un tamaño similar a las industrias metálicas básicas y supera a los sectores de elaboración de vinos; gaseosas; y fabricación de muebles. En cuanto a los empleos, el cerdo supera en puestos al pescado, al vino y la frutihorticultura.
Seguidamente Ferreres habló del futuro promisorio de la actividad. “Argentina podría aumentar el stock de cerdas reproductoras entre un 60% y un 150% el stock de madres dado la producción agropecuaria que posee Un incremento de 60% en el stock de madres implicaría una inversión US$ 1.260 M y dicha inversión generaría unos 22 mil puestos de trabajo en la cadena porcina”.
Para Ferreres, la cadena de la carne porcina presenta una serie de ventajas y oportunidades para ser aprovechadas por la economía. “Tenemos demanda mundial en ascenso, fuerte capacidad biológica de crecimiento, abundancia de insumos locales, creciente aceptación del consumidor, alta relación entre inversión y generación de mano de obra, el cerdo además permite aumentar la eficiencia de la relación consumo de carne – exportación (a mayor consumo local se libera carne vacuna para la exportación). Por otro lado el cerdo es la carne de menor costo para el consumidor y permite la producción agrícola (como alimento) en regiones donde los costos logísticos no permiten su explotación para exportar”, finalizó Ferreres.
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