El productor comercializa, pero la rentabilidad sigue en jaque
En un contexto marcado por precios internacionales deprimidos y altos costos internos, el productor agropecuario argentino continúa avanzando con la comercialización de su cosecha. Según un informe del Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina (IEE-SRA), al 2 de abril de 2025 ya se vendieron 26,7 millones de toneladas correspondientes a la campaña nueva (2024/25)34 %, un incremento del 34% respecto del mismo período del año anterior.
Por su parte, la cosecha pasada (2023/24) también muestra un salto importante: se muestra también un salto importante: se vendieron 98,7 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 40% en relación con el mismo corte de 2024. Estos datos refuerzan una realidad que muchas veces se omite en el debate público: el productor vende, pero no es quien líquida los dólares. Esa tarea corresponde a las empresas exportadoras, que luego ingresan divisas al país según el marco normativo vigente.
El comportamiento de los principales cultivos revela diferencias significativas. En soja, por ejemplo, las ventas de la campaña nueva crecieron un 50%, aunque apenas se comercializó un 8% de la producción estimada. Para la campaña pasada, se duplicaron las ventas, pero el porcentaje vendido bajó del 85% al 73%.
En maíz, las ventas de la nueva campaña apenas subieron un 3% , con un avance de comercialización del 15% . La campaña anterior muestra una caída en el porcentaje vendido, del 93% al 79%.
Precios por el piso y costos por las nubes
El informe advierte que los precios internacionales actuales están entre un 18% y un 26% por debajo de los valores registrados en marzo de 2025, lo que condiciona fuertemente la rentabilidad del productor. En paralelo, el atraso en la cosecha (especialmente en soja) y el aumento en los costos de fletes e insumos actúan como factores que desincentivan la venta inmediata.
«Con estos precios existe una alta probabilidad de que la decisión de comercializar ponga al productor en una situación de pérdida económica», señala el reporte. Aun así, muchos productores se ven obligados a vender para cubrir necesidades financieras, en una estrategia que busca equilibrar urgencias y oportunidades según la composición de su canasta de productos.
El campo sigue activo, aunque los márgenes se achican
El productor argentino continúa vendiendo, a pesar de un escenario complejo. El informe del IEE-SRA deja en claro que las decisiones comerciales responden a estrategias individuales, condicionadas por factores financieros y de mercado. Y subraya una verdad clave: la venta de granos no implica automáticamente el ingreso de divisas al país.
En un año en que cada tonelada cuenta, los números muestran un sector que sigue aportando, aun en condiciones poco favorables.
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