Este último jueves 17 la casa peronista de 9 de Julio, en su afán por reorganizarse luego de la derrota electoral que sufriera hace un año atrás, volvió a reunirse con el motivo de celebrar el Día del Militante Peronista, recordando la vuelta a nuestro país, del ex presidente de la Nación, Juan Domingo Perón, quien regresaba luego de 18 años de exilio en España.
Alberto Capriroli, Secretario de la Unidad Básica “Juan Domingo Perón” sintetizo en dialogo con la prensa que el valor del significado militante es la persistencia.

Mientras que José Luis Gagliano, presidente del Partido Justicialista en 9 de Julio puntualizo que el militante tiene pasado, presente y futuro, indicando que en ello se engloba la nostalgia, el aliento que transmite hoy tras haber sufrido una derrota electoral, pero pone a la dirigencia en la deuda que esta tiene en el desafío de recuperar el Gobierno Municipal, sintetizo.
Pero mientras las consignas peronistas se vivaban en el salón de calle Mendoza al 300, dos militantes peronistas, Jose “Pepe” Rizzo y Jorge “Flaco” Fernandez, relataron sus vivencias de aquel 17 de noviembre de 1972 cuando Perón volvió a la Argentina.
Tanto Rizzo como Fernández no tenían más de 25/26 años, viajaron en tren unos 20 militantes locales y un centenar los despidió la madrugada del 16 de noviembre, recuerdan.

El “Flaco” Fernández resalto que viajo el que podía, más allá que el tren era gratis y se fueron uniendo a distintos militantes que venias desde Casares, Pehuajo y que se unieron a los de Bragado y Chivicloy, en total éramos uno 500, y recordó que ese viaje era una locura.
En Retiro nos llevaron en micro hasta Ezeiza, esa noche paramos en el Hogar Escuela Evita, a unos 500 metros del palco donde luego subiría Perón, explico.
Al llegar, bajo el Comando de Organización de Britos Lima, estaba Montoneros, el ERP entre otros; y recuerda que esa noche hubo un tiroteo en las inmediaciones.

Jorge Fernández también explico que arribaron a dicha escuela con cajones de naranjas para consumo nuestro, pero naranja era la de arriba, abajo venían escondidas armas, ya estaba todo preparado, recordó y manifestó que en la mañana del 17, nos hablan diciendo “uds. van a tener el honor de ser la custodia del Gral. Perón frente al Palco, y arriba del mismo estaba Leonardo Favio con el “Negro” Suarez, y en ese instante es cuando comienza el tiroteo”, recuerda.
Al dialogo se suma “Pepe” Rizzo señalando que fue ahí cuando logran sacar a una persona tomada de los pelos y lo llevan a una oficina de Ezeiza, ese hombre llevaba consigo una bomba, recordó Rizzo.

El reconocido militante del Justicialismo local detallo «estábamos en una loma alta que nos permitió tirarnos al piso y nos salvo la vida», asegura y agrega que «por Ricchieri no daban abasto las ambulancias para asistir heridos, muchos ya habían muerto», puntualizo José Rizzo con una memoria muy fresca del trágico hecho de aquel 17 de noviembre.

Fernández y Rizzo, coincidieron que la situación fue tal, que en el caso de ellos debieron irse caminando a Once, «fue una odisea, porque tampoco nos querían subir al tren. Y aquí nos dejaron 20 kilómetros luego de 9 de Julio», subrayo “Pepe”.
Finalmente ambos militantes aseguraron que llegaron a pensar que no volvían; mientras que Jorge Fernández indico que «el tema ya estaba preparado y a nosotros nos engrupieron. Arriba del palco era la derecha peronista y del otro la izquierda peronista», para sintetizar como fue el enfrentamiento.

El encuentro dado en la noche de este jueves, se centro en conceptos sobre el hecho, se visualizo un video sobre el 17 de noviembre de 2017, Jorge Fernandez relato los hechos vividos ese día y se procedió a la entrega de reconocimientos a militantes que durante las campañas políticas trabajan en distintos aspectos.