De acuerdo al Indice FADA de Junio, el Estado se queda con el 56,9% de la renta agrícola
En comparación con el anterior informe de marzo, el indice se redujo en tres puntos
La medición de junio de 2019 marca una participación de los impuestos sobre la renta agrícola del 56,9% para el promedio ponderado de los cultivos de soja, maíz, trigo y girasol. Es decir, que de cada $100 de renta (valor de la producción menos costos) que genera una hectárea agrícola, $56,90 se lo llevan los distintos niveles de gobierno.
Mientras que el promedio ponderado de cultivos a nivel nacional es de 56,9%, la participación del Estado en soja es del 65,3%, maíz 46,4%, trigo 50,1% y girasol 70,1%. Las diferencias entre cada cultivo radican en los impuestos, como el caso de soja que tiene 18% más de derechos de exportación que el resto, y en la renta que genera cada cultivo, a menor rentabilidad mayor participación relativa de los impuestos.
Ese 56,9% de participación del Estado, está compuesto por impuestos nacionales, provinciales y municipales. Los impuestos nacionales no coparticipables explican el 55,7% del total de impuestos que afronta una hectárea agrícola en Argentina.
La composición central de estos impuestos son los derechos de exportación, a los que se le suma el impuesto a los créditos y débitos bancarios. Los impuestos nacionales coparticipables entre el Estado nacional y los Estados provinciales, explican el 38,7% de los impuestos medidos. Aquí tenemos principalmente el impuesto a las ganancias (neto del impuesto a los créditos y débitos) y el IVA. Las provincias reciben parte de este 38,7% como coparticipación, y también recaudan diversos impuestos.
En el Índice FADA nacional se consideran el impuesto inmobiliario rural y el impuesto a los ingresos brutos, con una alícuota reducida, ya que ni Córdoba ni Santa Fe, por ejemplo, cobran este impuesto. Así, los impuestos provinciales explican el 4,8% de los impuestos totales. Más abajo se detalla provincia por provincia. Por último, los impuestos municipales explican el 0,9% de los impuestos en el Índice FADA promedio nacional. En provincias que cobran estos impuestos, la participación es mayor. El componente central de estos impuestos municipales son las tasas viales.
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Con respecto a la medición anterior, correspondiente a marzo de 2019, cuando el índice marcó una participación del Estado en la renta agrícola del 60,6%, la actual medición de 56,9% muestra una reducción de 3,7 puntos porcentuales. La caída de la participación es de cierta magnitud, y responde principalmente a tres factores:
Precios
Especialmente en maíz, hubo una recuperación de precios, debido principalmente al problema climático que ha estado atravesando Estados Unidos, que ha generado una reducción de las estimaciones de producción.
Costos. Los costos no han tenido variaciones sustanciales respecto a los medidos en marzo del presente año, por lo que los costos en pesos se han depreciado levemente. Con respecto a 2018 la suba de costos si ha sido relevante.
Tipo de cambio
Si bien el tipo de cambio se ha mantenido relativamente estable en los últimos meses, subió con respecto a marzo. Lo que, junto a la estabilidad de costos, mejoró la rentabilidad. Al mismo tiempo, cada incremento del tipo de cambio reduce la participación relativa de los derechos de exportación. Con respecto a junio de 2018, el índice marca un incremento de 1,1 puntos porcentuales, ya que en esa medición marcó un nivel de 55,8%. En ese momento del año pasado, los precios eran superiores y aún no se había reestablecido los derechos de exportación a trigo, maíz y girasol, aunque el tipo de cambio era sustancialmente menor al actual.
Precios Con respecto a marzo de 2019, se observan mejoras en los precios de maíz y trigo, y reducción en soja. El precio disponible del maíz pasó de USD 138 por tonelada a USD 171, entre marzo y junio de 2019, una mejora del 23,9%. En el caso del trigo la mejora fue del 13,3%. Mientras que soja perdió un 1,3% y girasol un 5,7%. Si la comparación se realiza contra junio de 2018, se evidencian caídas relevantes de precios. Sin embargo, sucede en parte por el efecto de los derechos de exportación, introducidos en septiembre de 2018, que hace bajar el precio FAS y el disponible. Si, por el contrario, se utilizan los precios FOB, con respecto a junio de 2018 se evidencian bajas del 12% para soja, 6% para girasol y 11% para trigo, y una mejora del 6% para maíz.
Índices Provinciales: Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, San Luis y La Pampa.
Mientras el índice FADA nacional es de 56,9%, Córdoba registra un 55,8%, Buenos Aires 58,8%, Santa Fe 56,1%, La Pampa 57,4%, y San Luis 54,1%. En estos resultados, se conjugan los rindes, los impuestos provinciales y locales y los fletes, que generan efectos diferenciados sobre cada uno de los cultivos. Así como la participación de cada cultivo en el área cultivada de cada provincia. Así, por ejemplo, el bajo número de San Luis se explica, en parte, por la mayor proporción de maíz con respecto a soja en su área cultivada.
En los casos de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y La Pampa, se consideran los cultivos de soja, maíz, trigo y girasol, utilizando sus participaciones en la superficie sembrada, para luego calcular los números de una hectárea promedio de cada provincia. Para el caso de San Luis, sólo se consideran soja y maíz, ya que explican el 95% del área.
Los impuestos provinciales presentan divergencias. En el caso de Buenos Aires, significan unos $1.120 por hectárea, la mayor parte inmobiliario y el resto ingresos brutos. Pero al mismo tiempo, los partidos cobran sus propias tasas, la mayoría son tasas viales con un 70% de lo recaudado destinado a los caminos rurales y el otro 30% al municipio. Estas tasas significan, en promedio, unos $173 por hectárea, con las más diversas formas de cálculo y los más diversos valores.
Así, entre municipales y provinciales, una hectárea promedio en Buenos Aires debe tributar $1.293, representando un 2,4% del valor de la producción. En el caso de Córdoba, sólo se paga impuesto inmobiliario rural, la producción primaria está exenta de Ingresos Brutos y no existen las tasas municipales. Así, representa 1,06% del valor de la producción. Esta parte merece una aclaración, si en lugar de tomar el valor bruto de la producción, se toma el ingreso neto de gastos de transporte de los productores, los impuestos inmobiliarios rurales de Córdoba y Buenos Aires quedan en una situación algo más equilibrada. Esto es así por la diferencia en los costos de transporte entre una provincia y otra. En el caso de Santa Fe, al igual que Córdoba, no se pagan Ingresos Brutos, pero si existen las tasas municipales como en el caso de Buenos Aires. El valor promedio del impuesto inmobiliario rural es de $591.
Aunque como se dijo más arriba, con altas disparidades regionales, los campos del sur provincial pueden pagar decenas de veces lo que pagan algunos del norte. Esta disparidad es importante aun considerando la capacidad productiva y la diferencia en el precio de la tierra. En cuanto a las tasas municipales, se estimaron en un promedio de $247 por hectárea. En la mayoría de los casos estas tasas están expresadas en litros de gasoil. San Luis, tiene un impuesto inmobiliario rural sustancialmente más bajo que las otras provincias, sin embargo, tiene una especie de “derecho de exportación interno”. Cobra una tasa que incluye “guías de campaña” y “certificados de venta”. Los certificados se pagan tanto para la venta dentro de la provincia como la producción que se dirige fuera de la misma. Por otro lado, se paga la guía, para la producción que se transporta fuera de la provincia.
Estas tasas se suman a un pago a cuenta de ingresos brutos, y se concentran en el llamado Do.Pro. (Documento provincial). Al igual que San Luis, La Pampa también tiene una especie “derecho de exportación interno”. Se llaman “guías cerealeras” y se cobran por camión. Son distintas para cada Departamento, y tienen distintos valores si los granos se dirigen a un lugar dentro del Departamento, fuera del Departamento o fuera de la Provincia.
El promedio por hectárea de estas guías es de $215 en el caso del maíz. Por su parte, el inmobiliario rural promedio es de $485 por hectárea. En cuanto a Ingresos Brutos, paga una alícuota de 0,5%, representando cerca de $287 por hectárea en el caso de maíz y $308 en el caso de soja. Para resumir la sección de impuestos provinciales: 1. En todas las provincias analizadas se paga impuesto inmobiliario rural; 2. En Buenos Aires, La Pampa y San Luis se pagan Ingresos Brutos. La alícuota es del 1% en los casos de Buenos Aires y San Luis, y 0,5% en La Pampa.
En Córdoba y Santa Fe la actividad está exenta. 3. Buenos Aires y Santa Fe tienen tasas municipales, mientras que La Pampa tiene las guías cerealeras. Córdoba y San Luis no tienen imposiciones a nivel local. 4. San Luis y La Pampa tienen impuestos al estilo de aduanas internas.
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