Coronavirus en la región: hostigan y amenazan a los pacientes contagiados

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Con los nuevos casos de coronavirus en Olavarría y Saladillo aumentaron los estigmas hacia los pacientes contagiados. No es la primera vez que sucede un hecho de esta índole en la región.

Las distintas provincias del país alegaron que los pacientes con coronavirus recibieron amenazas. En lo que refiere a las ciudades aledañas a Bolívar, la situación no dista mucho.

Como si se tratase de una elección, los vecinos de las distintas ciudades dispararon hacia las personas enfermas, con fuertes denuncias públicas y hasta amenazas hacia ellos y su familia.

En Olavarría se hicieron duros escraches sociales al primer infectado que tuvo la ciudad. Plagado de injurias, deseándole la muerte, viralizaron su foto y la de su familia y amenazaron con incendiar su casa. De esta manera respondió la gente hacia un hombre que no eligió ser paciente de Covid-19. Tal fue la gravedad del asunto que su hija tuvo que apaciguar las cosas y emitió un posteo en su cuenta de Facebook repudiando este accionar.

Saladillo confirmo este sabado cuatro nuevos casos. A fines de mayo, su intendente José Luis Salomón se anticipó con conocimiento sobre lo que estaba sucediendo, y más, en redes sociales. “No estigmaticemos al que se enfermó, nos podemos enfermar todos. Entender esto es entender la normalidad de lo que significa el contagio en materia de pandemia”, expresaba el intendente saladillense.

Azul, otra de las ciudades que confirmaron casos positivos, también fue parte de este estigma social. Las redes sociales se hicieron eco de las personas infectadas, que había sido una pareja que regresó de España. “Pongan el nombre; ¿dónde vive?”, plantearon algunos azuleños.

Las falsas alarmas tambien sembraron el pánico en las ciudades de la región. En Azul confirmaron un caso positivo por Covid-19 de una persona oriunda de Brasil que trabajaba en el Parque Eólico Los Teros.

Poco se habló de la enfermedad, a consecuencia de que pasó a ser “el brasilero”, juzgando así su nacionalidad y olvidando su labor como operario. Finalmente, y tras un segundo hisopado, el hombre tenía fiebre hemorrágica, por lo que descartaron el caso.

Respecto a 25 de Mayo, la mujer contagiada es médica obstetra. A raíz de esto hubo agresión contra ella, circularon audios de Whatsapp con su nombre y se difundieron más nombres de personas supuestamente infectadas cuando ni siquiera eran casos sospechosos.

El personal de salud está dejando una huella historica en esta pandemia por el coronavirus; aunque a veces, los aplausos se contraponen con infamias.

En 9 de Julio, de los cuatro casos confirmados durante la pandemia todos se recuperaron. En los últimos quince días hubo audios que difamaron a la familia por “estar todo el día en la calle y no cuidarse”, dichos que se contradicen debido a que el padre del chico afirmó que “el grupo familiar nunca salió durante la cuarentena”.

Los pacientes que portan el virus tienen una doble preocupación: no solo para cuidar su salud y mantenerse aislado, sino que deben estar alerta por su entorno familiar, dado que las amenazas y escraches sociales no tienen filtro.

Mientras tanto, en Bolívar no hay casos positivos, pero el estigma llegó a la ciudad antes que la enfermedad, ya que se creó una cuenta de Instagram en la que denuncian públicamente a los que “rompen la cuarentena”. En la misma, solo se ve una foto del usuario denunciado junto a otra persona.

Por el momento, las autoridades no tomaron recaudos para quienes abrieron el perfil, y tampoco se tomaron medidas hacia las personas escrachadas. ¿Seguirá la cacería de brujas? ¿Qué pasará cuando se confirme el primer caso?

Fuente: PresenteNoticias  / Tomás Cascallares – @TomiCascallares

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