En la mañana de este jueves 24, Plaza Italia volvió a cubrirse de emoción y reflexión al recordar las victimas del Gobierno Militar, a partir del 24 de marzo de 1976 y hasta la llegada de la democracia en 1983.
En el acto participaron el Intendente Municipal Mariano Barroso, la presidenta del HCD, María José Gentile, el Jefe de Policía Comunal, Comisario Gabriel Armentano, el Comisario Néstor Gabriel Bonello, la Sub Comisaria Erica Figueroa, Concejales, Consejeros Escolares, la Inspectora Jefe Distrital, Liliana Vallabriga, instituciones intermedias, vecinos y periodistas.

Luego de entonar el Himno Nacional, fueron las palabras del Pastor Evangelico Emilio Peralta quien reflexiono que este día no es una festividad y no tendría que haber estado en nuestro calendario, sucede que las anisas de poder llevo a hombres a cometer atrocidades como las que recordamos hoy e insto a buscar en Dios el sanar esas heridas que se nos causaron.
A su turno el Sacerdote Católico Enirque Barbudo, inicio sus palabras señalando “me es difícil hablar”, señalando que muchos de sus amigos desaparecieron en aquellos años, también recordó cuando un sacerdote lo denuncio como “terrorista” y tuve que aprender a perdonarlo y animo a tener una memoria más constructiva que de odio y remordimiento.

Posteriormente se realizaron ofrendas florales a las victimas nuevejulienses Mercedes Bogliolo, María Esther Infesta y María Angela Gassman desaparecidas bajo el régimen de la Dictadura Militar. A ello se sumó la Comisión de Asociados del Banco Credicoop e integrantes de la Promoción de Egresados 1966.
Posteriormente la Profesora Mirta Lombardo dejo alusivas palabras recordando a sus ex compañeras de colegio 1966, desaparecidas Maria Ester Infesta y María Angela Gassman.

Finalmente el Intendente Barroso que hizo lectura de un discurso apunto que la locura, insensatez primaron sobre la razón y las reglas republicana, remarcando que la década de 1970 fue la década de mayor desintegración de la sociedad Argentina.
En otro párrafo puntualizo que rememorar el pasado, los crímenes, las historias y ese gran delirio que hoy nos resulta incomprensible, es una tarea que tenemos hoy los dirigentes y puntualizo que rememorar el pasado, los crímenes, las historias y ese gran delirio que hoy nos resulta incomprensible, es una tarea que tenemos hoy los dirigentes la obligación de realizar, ya que los pueblos que olvidan su historia suelen caer en las mismas tentaciones, repitiendo sus mismo errores.
Presente y futuro
Barroso hablo a los presentes invitándolos a un compromiso para la democracia, la Republica y de los principios federales de la sociedad toda, considerando especialmente la Constitución Nacional, que como un faro en la oscuridad resistió ante embates de gobernantes transitorios que intentaron perpetuase en el poder. Señalando que el compromiso de la Carta Magna, somos todos iguales ante ella (Constitución).
Derechos
También pidió respetar y hacer cumplir leyes, considerar al otro mi par, mi hermano, si hasta la misma regla de oro cristiana es la base de una sociedad justa, no hacer a los demás lo que no queremos que nos hagan a nosotros mismos.
Barroso apunto que bregar por los derechos es una obligación de todos. La democracia actual con todas sus virtudes, no carece de defectos de impunidad, de altos índices delictivos, de la poca seriedad de la Justicia, de muchas veces generar el desprecio a las víctimas en defensa de los delincuentes, falta de viviendas, de trabajo, de acceso a los servicios públicos esenciales y de diferentes cuestiones que violan nuestros derechos e impiden una libertad plena.
Por eso debemos bregar todos los días y no conformarnos con situaciones, debiendo reparar estas falencias son las que debemos reparar para tener un país amplio con igualdad de oportunidad, con personas felices y que puedan desarrollar sus actividades.
Finalmente reflexiono que el crimen contra las instituciones, la república y ciudadanos, es una herida que va cicatrizando pero que nos duele y perdura. El horror, la impunidad, los desaparecidos, y todo lo que el Golpe ocasiono depende de nosotros que nunca más vuelva a suceder e invito a reflexionar sobre los valores de la vida: tolerancia, el amor a la vida, al prójimo y también sobre la estupidez de los extremos violentos, para que nuestros hijos y nosotros mismos aprendamos a vivir en paz y aprendiendo a perdonar, sin guardar rencor.