Ni más ni menos que nadie.
El partido de Nueve de Julio que consta de 423.000 has, tiene más de dos mil productores agropecuarios, los cuales se encuadran en las distintas formas de trabajo productivo y comercial, que disponen desde el marco legal de la República Argentina.
Algunos tienen tambo, otros ganadería, otros agricultura y ganadería, algunos alquilan sus campos, otros alquilan el campo de quien lo da en alquiler, y así algunas formas más, todas encuadradas en la ley, que hacen de la producción agropecuaria un importante sector de empuje en la economía del país.
Por supuesto además de sentir orgullo de ser productor agropecuario por lo noble de la profesión o estilo de vida, el productor agropecuario invierte y arriesga para tener su retribución económica, hasta hoy actividad totalmente legal controlada por AFIP, ARBA, etc., retribución económica o ganancia que tributa impuestos como corresponde. Esta profesión es tan digna, como el comercio que alquila un local y vende sus productos esperando también una retribución económica o ganancia, como el profesional médico, abogado, contador, ingeniero, etc. etc. etc. que de la misma manera buscan una retribución económica o ganancia en lo que hacen, repetimos hasta el día de hoy totalmente legal.
Por eso no entendemos cuando apuntan al productor agropecuario como un especulador, como un avaro que quiere retribución económica o ganancia, acaso, ¿no son todas las profesiones iguales en este concepto?
Del comentario anterior pasamos al siguiente, los productores agropecuarios envenenan el planeta para sus rentas, según se dice por estos días, y nos preguntamos si el productor agropecuario en su casa o en su campo tiene un laboratorio en el que fabrica los AGROTOXICOS (forma actual de decir agroquímicos), y luego los desparrama por el planeta. Acaso en nuestro país no existe el gobierno, en el gobierno no existen los entes encargados de controlar y autorizar o no, los productos fitosanitarios, al igual que los remedios de uso humano. Y si esos entes autorizan el uso de los mismos, será porque que hicieron la comprobación de que no es perjudicial. Entonces nos seguimos preguntando ¿cuál es la responsabilidad de quien usa un producto autorizado por el ente gubernamental?, ¿qué infracción comete el que usa algo autorizado?
Cabe destacar que los alimentos que producimos son consumidos por nosotros y nuestros hijos, por lo que estamos convencidos de que deben ser de la mejor calidad y sanidad.
Después de estos conceptos, ¿qué tiene de malo ser productor agropecuario?, para que cada vez que sea útil le peguemos todos los rótulos que suenen bien para los discursos oportunistas y vacíos de contenidos, pero con palabreríos que lamentablemente hacen mal a quienes somos vecinos de la comunidad, nacidos y criados en la misma, arraigados a la tierra, cuidadosos de la misma, creadores de trabajo, luchadores contra las adversidades climáticas, inversores a riesgo puro. Buena gente como los demás del barrio, no somos especiales ni por buenos ni por malos, somos Argentinos como todos, con nuestras virtudes y nuestros defectos, los habrá mejores y los habrá peores, somos productores agropecuarios de profesión y de pasión, NI MAS NI MENOS QUE NADIE.
Sociedad Rural de Nueve de Julio.
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