La región núcleo se sigue beneficiando de las lluvias y mejoran las condiciones en maiz
Según el último reporte de la Bolsa de Comercio de Rosario, la región núcleo avanza con la cosecha de trigo 2024/25, mostrando resultados alentadores. Con el 85% del área recolectada, se estima una producción de 4,8 millones de toneladas, lo que representa un 60% más que la campaña anterior.
Este aumento, impulsado por rendimientos que superaron las expectativas, especialmente en el norte de Buenos Aires, trae un respiro a los productores tras un año complicado. Si bien el volumen se mantiene lejos de los récords históricos, este repunte productivo resulta clave para la sostenibilidad del sector.
El informe destaca que los rendimientos promedio en zonas como Pergamino oscilan entre 35 y 50 quintales por hectárea, lo que refleja una mejora significativa respecto al ciclo anterior. En términos generales, con un 30% más de área sembrada y 7,5 quintales por encima del promedio del año pasado, la región logró un avance notable, alcanzando casi 2 millones de toneladas adicionales. Este incremento ocurre en un contexto de mayores exigencias productivas, subrayando el esfuerzo de los productores por revertir las condiciones adversas del último tiempo.
En paralelo, el maíz temprano también muestra señales positivas. Un 85% del área implantada, que abarca 740.000 hectáreas, se encuentra en excelentes o muy buenas condiciones gracias a las lluvias recientes que revitalizaron los cultivos.
Las precipitaciones permitieron que los lotes exhiban un desarrollo pleno, mientras que los cultivos en otras localidades atraviesan su período crítico de definición de rendimiento. Sin embargo, eventos climáticos adversos, como las severas tormentas de granizo en áreas como General Baldissera e Isla Verde, generaron pérdidas significativas en algunos lotes.
Por otro lado, la siembra de soja avanza a buen ritmo, con un 75% del área ya implantada. En la última semana, más de 500.000 hectáreas fueron sembradas, destacándose el progreso en las sojas de segunda. A pesar de este ritmo sostenido, aún quedan 325.000 hectáreas por sembrar, principalmente en el noreste y noroeste bonaerense, donde los avances son más lentos.
El informe también resalta que el fin de semana pasado se registraron lluvias significativas en la región. Estas precipitaciones mejoraron las reservas hídricas, particularmente en la zona de influencia de Rosario, que había quedado desplazada en eventos anteriores. Sin embargo, a medida que se acerca el verano, el incremento en los requerimientos hídricos de los cultivos plantea nuevos desafíos para el manejo de las reservas de agua.
El escenario que se configura para la región núcleo, aunque marcado por retos, también ofrece oportunidades para consolidar la recuperación del sector agropecuario en un momento clave para los productores.
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