Construir competitividad en la carne argentina: La política y la actualidad de la producción ganadera
“Construyendo la competitividad para la carne argentina”, el Seminario del Instituto de Promoción de la carne Vacuna reunió a más de 300 personas para saber cómo sigue la producción de carne tras las Paso y la devaluación.
El Seminario del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina realizado en Mar del Plata fue una caja de resonancia de la actualidad del país en general y del futuro de la ganadería en particular tras las elecciones Paso y la devaluación del 22%, cuestión que fue abordada por algunos de los especialistas disertantes y por el propio presidente del IPCVA, Jorge Grimberg.
Grimberg señaló que si bien en las últimas semanas “hubo un nuevo diferencial de precios” a favor de los ganaderos, se debe tener en cuenta que “el valor del animal en el mercado no es el de la carne: en el resto de la cadena y en las carnicerías se genera un valor diferente al que se paga por la media res”. Asimismo abogó porque no se tomen medidas contra las exportaciones de cortes vacunos.
Entre los disertantes se destacaron el politólogo Lucas Romero, el analista del mercado de ganados y carnes, Federico Santángelo, el presidente de la Cámara Argentina de Feedlot, Fernando Storni y el economista David Miazzo.
Romero, de la consultora Synopsis, dijo que el escenario tras las elecciones PASO “muestra una alta predisposición de voto opositor y una demanda muy fuerte de cambio político” sumado a que ve “imposible” que el Gobierno pueda modificar la situación socioeconómica. Y opinó que al próximo Gobierno lo van a definir “los que votaron en blanco y los que no fueron a votar”.
En el capítulo del presente de la ganadería, Santángelo, de Agroideas, sostuvo que la devaluación generó una “incertidumbre” que se ve en la actual caída de oferta de hacienda. “Pero no van a faltar animales en el mediano plazo porque hay muchos encerrados”. El veterinario sostuvo que “el productor está ahora acomodado nuevamente en términos de precios”.
A su turno Storni informó que la situación del engorde a corral “es compleja” por la suba de precios de la invernada y por las dudas sobre el abastecimiento del maíz consecuencia de magra cosecha tras la sequía. “Pero la mayor incertidumbre es la macroeconomía que puede dejar al feedlot fuera de la cancha”.
El economista David Miazzo, de Fada, presentó el Índice de Competitividad de la carne vacuna argentina que mide 5 parámetros (eficiencia productiva, costos de producción, macroeconomía, sector externo y costos de transacción) y concluyó que el sector debería tener “menos intervenciones y más aperturas para que mejore toda la cadena”
Producción, bienestar y ambiente
En las cuestiones técnicas, el Seminario tuvo a Aníbal Pordomingo, referente de ganadería del INTA, para hablar del Consumo Residual, el índice que mide la eficiencia de conversión de alimento en carne, que es de relación negativa: un ternero es más eficiente cuando engorda lo mismo que otro comiendo menor cantidad. “Hay hasta 15% y 20% más de eficiencia: quiere decir se puede ahorrar ese porcentaje en alimentos. O sea que la buena rentabilidad del negocio puede estar ahí, en la naturaleza”, concluyó Pordomingo.
El directivo de la Asociación de Hereford, Emilio Ortíz, destacó la importancia de la genética en la mejora de la eficiencia del negocio ganadero a través de la diferencia esperada de progenie (DEPs) que “predicen el comportamiento del toro en los futuros hijos” y que sirven para saber “qué es lo que hace falta incorporar en el rodeo”.
La coordinadora del Proyecto Nacional de Bienestar Animal del Inta, Natalia Aguilar, aseguró que «mejorar la calidad de vida de los animales repercute directamente en la calidad del producto final». Aguilar ilustró que la técnica para medir el bienestar animal en la Argentina es el monitoreo de “Los 5 dominios del bienestar (nutrición, salud, alojamiento o entorno, conducta, y bienestar mental)”.
Relacionado a la cuestión ambiental, Javier Echazarreta, del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, describió el trabajo realizado dentro del convenio entre el IPCVA, INTA e INTI para la “declaración ambiental de producto” que garantiza que la carne vacuna argentina tiene menor huella de carbono y, eventualmente, no produce otros impactos ambientales, cuestión que permitiría prevenir que se le impongan “barreras técnicas al comercio”.
La cuestión generacional
Como siempre en las jornadas y seminarios del IPCVA, el jefe del Departamento de Promoción Interna, Adrián Bifaretti, comentó cómo trabaja el Instituto para posicionar mejor en la sociedad a la producción ganadera y el consumo de carne, teniendo en cuenta “la complejidad de los consumidores: los gustos de los jóvenes están a mucha distancia de los grandes”. En este orden, aclaró que una campaña no debe ser confrontativa, sino que debe apelar a la “emotividad y a los valores. El asado es amistad, reunión, ritual y representa a la argentinidad”, graficó.
Finalmente, el asesor privado Héctor Cattena, dio pautas para “La integración generacional en la empresa ganadera”. “Hay dos niveles de traspaso: el pasional y el racional. Cuando un padre no comparte las actividades ha perdido la batalla del amor por la tierra y solo le queda la posibilidad de que cuando el chico crezca vea la oportunidad de negocio y quiera trabajar en el campo”.
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