Un informe de la BC, indica que la siembra de soja crecería luego de 6 años
Desde la primera semana de agosto y hasta la presente publicación se llevó a cabo el relevamiento de precampaña de soja 2022/23. La información relevada a lo largo de las últimas semanas permitió identificar la tendencia en la intención de siembra de la oleaginosa para la nueva campaña de gruesa.
El escenario descripto por nuestra red de colaboradores refleja una tendencia positiva como resultado de: una mayor disponibilidad de cuadros que no pudieron implantarse con cultivos de invierno, la caída en el área destinada a otros cultivos que compiten por la misma superficie (maíz y sorgo granífero), disponibilidad de semilla, menores aumentos en los costos de producción y menor inversión por hectárea en relación con el resto de los cultivos.
Frente a este panorama, se proyecta una superficie de soja de 16.700.000 hectáreas para la campaña 2022/23. Dicha superficie representa un crecimiento interanual del 2,5% (Superficie estimada 2021/22: 16,3 MHa), la primera expansión de área desde la campaña
2015/16, y un 1,3% por debajo a la superficie promedio de los últimos 5 años (Superficie promedio U5A: 16.920.000 Ha). Aunque se espera una perspectiva climática de año neutro a neutral frío a partir del mes de enero, durante la ventana de siembra del cultivo, podríamos continuar registrando lluvias por debajo de la media como consecuencia de los efectos residuales de los ciclos de “La Niña” registrados durante las campañas 2020/21 y 2021/22.
Teniendo en cuenta lo mencionado, la proyección de producción para la campaña 2022/23 ascendería a 48.000.000 toneladas, un incremento interanual de casi un 11 %, equivalente a 4,7 millones de toneladas.
Situación regional
La información relevada durante el mes de agosto y septiembre reporta una recuperación del área de soja, principalmente planteos de primera.
La contracción del área de fina, maíz y sorgo, una relación insumo producto más favorable para la soja respecto al maíz y la faltante de semilla de girasol, ayudarían a impulsar la expansión de la oleaginosa. Además, las perspectivas climáticas prevén lluvias durante el mes de octubre, lo que permitiría iniciar las labores de implantación sobre el centro del área agrícola. Sin embargo, algunos sectores sobre el sur de Santa Fe, norte de Buenos Aires y el margen oeste del área agrícola podrían continuar registrando lluvias por debajo de los promedios dejando parte de los cuadros inicialmente presupuestados fuera del presente ciclo productivo.
Finalmente, durante el primer trimestre del 2023 el sistema evolucionaría lentamente hacia condiciones de año neutro, con precipitaciones cercanas a la media, cubriendo los requerimientos del cultivo sobre el centro y favoreciendo el avance de las sembradoras sobre el norte del área agrícola.
Lee el informe completo emitido por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires
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