Calidad y precio: mitos y verdades sobre la carne envasada al vacío
Una de las principales dudas que surgen a la hora de comprar carne es cómo fue producida y envasada, cuál es su valor actual y qué rol ocupa la trazabilidad durante el proceso
Parte de los platos favoritos de los argentinos para las fiestas sin duda se elaboran a base de carne vacuna, desde el tradicional vitel toné hasta el icónico asado a la parrilla con diversos cortes. Allí aparece la opción de envasado al vacío. Pero, ¿qué diferencial tiene esta propuesta?
En las últimas semanas, la suba de precios de la carne se trasladó al consumidor. Frente a este contexto, Justino decidió mantener los precios para seguir acompañando al consumidor. “Justino es carne premium envasada al vacío, al nivel de las mejores cabañas pero a precio de mostrador. Hoy podemos ofrecer una carne premium hasta $700 más barata que en el mercado. ¿Cómo podemos hacer esto? Por la integración de toda la cadena de producción”, explican desde la firma.
El diferencial de Justino en el mercado tiene que ver con cuatro características principales: control de toda la cadena de producción; estandarización de todos los productos; carne envasada al vacío a precios de carnicerías regulares; y que no forma parte de un esquema de franquicias, ya que llega al público con sus propios locales.
La firma pertenece a DFH, una compañía agrícola ganadera vinculada a la producción de alimentos, la hacienda y la logística con 30 años de trayectoria en el mercado y más de 130 años de historia familiar. En 2017, con la compra de un frigorífico en la ciudad de Riglos, provincia de La Pampa, nace la marca Justino, encargada de la comercialización de carne vacuna envasada al vacío. Tras la apertura del primer local de venta directa al público (Santa Rosa), Justino logró estar presente en toda la cadena de producción.
La importancia de la trazabilidad
En primer lugar, la calidad de la carne se logra estandarizando la producción. “Hablamos de la integración de la cadena de producción y de la trazabilidad de toda esta cadena según normas específicas. Se trata de conocer el origen. Cuando vendemos un corte, desde el lomo a la paleta, sabemos de dónde viene y todos los pasos que recorrió ese corte hasta llegar a la góndola. Esto incluye desde la alimentación de la hacienda, los controles de calidad, de envasado, de fríos, de logística, entre otras cuestiones”, aclaran los referentes de Justino.
Y destacan: “La trazabilidad nos permite obtener una calidad alta y estandarizada del producto. En Justino siempre van a encontrar buena carne porque esto no depende de otros actores, sino del proceso”.
Esto se ve reflejado en la terneza y sabor que presenta cada corte dentro de su singularidad. Para alcanzarlo, Justino cuenta con un Frigorífico Ciclo 2. “Quienes lo conocen dicen que es un frigorífico modelo. Se realizan permanentemente protocolos de limpieza, orden y registro; y análisis bacteriológicos cada 15 días. Hoy nuestras carnes duran hasta 40 días en la heladera sin necesidad de congelar”, detallan desde la empresa. Dentro de la cadena, este punto es fundamental, ya que la higiene impacta directamente en la duración del producto y en el envasado al vacío.
En relación, la transparencia se posiciona como un valor. Esta idea se traslada al diseño de los locales de Justino, donde las cámaras de frío tienen ventanas para que el cliente pueda ver qué sucede dentro. Además, los productos de la firma poseen sellos de calidad IRAM, SENASA y Control Bromatológico.
Un consumidor cada vez más informado
En la actualidad, una de las tendencias de consumo tiene que ver con un cliente cada vez más informado, más responsable y más exigente, que desea conocer el origen y los procesos de los alimentos que consume. “Para este consumidor, el concepto de la trazabilidad no es desconocido. No le da lo mismo lo que consume. En Argentina esta tendencia aún está empezando. Hoy, la trazabilidad es una tendencia mundial”, comentan desde la empresa.
Finalmente, desde Justino afirman que frente a un posible aumento de la demanda en carnicerías, el envasado al vacío ofrece en todos sus cortes la misma calidad y sabor. “La trazabilidad y el envasado al vacío nos permite tener siempre stock de todos los cortes todo el tiempo. Esto genera un vínculo diferente con el cliente. Soluciona el tema de la organización y la practicidad, ya que el cliente puede acercarse a cualquier local de CABA, Santa Rosa o 9 de Julio o pedirnos por la tienda online o vía WhatsApp, incluso horas antes de un asado”, concluyen desde la empresa.
Fuente: Infobae
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