Jornada en el oeste bonaerense en America

Genética expresada en kilos al destete

Con una asistencia de 390 personas y un clima que acompañó, se realizó la IV Jornada “Genética expresada en kilos al destete” en la Cabaña La Guagua, en el partido de América. Hubo charlas técnicas que dieron el marco para las 8 paradas de la recorrida a campo. También se presentaron los resultados de ensayos en nuevas tecnologías como dentaduras postizas y gomas de castración.

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La reunión, organizada por Juan Debernardi SRL, contó con la participación de productores, cabañeros, médicos veterinarios, técnicos y tres contingentes provenientes de México, Chile y EE.UU.

La jornada, que esta vez matizó con dos charlas técnicas a cargo del MV Santiago Debernardi y el Ing. Agr. Aníbal Pordomingo  y una recorrida a campo de ocho paradas, comenzó con la bienvenida de la dueña de casa, Lucrecia Scarella, quien compartió su alegría de recibir a todos y abrir las puertas de su establecimiento para compartir su pasión por la ganadería.

Mas kilos con las mismas vacas

En la primera charla, el MV Santiago Debernardi, gerente comercial de la firma homónima, destacó el margen de mejora que existe en la ganadería y cómo es posible cambiar la curva de crecimiento de los animales a través de la genética y de una serie de manejos para producir más kilos en menor tiempo.

Resaltó también la importancia de medir para saber dónde cada uno está parado y comprometerse con un margen de mejora posible. “No es cuestión solamente de querer producir terneros de 400 kilos sino de aprender a medir, saber dónde uno está parado y fijarse una meta a cumplir”, desafió.

El uso de los toros probados con números es una manera de hacerlo, sumándolo a lo que cada productor ya viene haciendo. “La importancia de entender cómo trabajar con los DEP es un punto de partida”, alentó.

Un DEP (Diferencia Esperada Entre Progenies) da la información de lo que el animal produce, independientemente de cómo luce. “Está claro que la información de altura o frame sirve si es que no hay otra información. Ahora bien, hoy es posible saber cómo y qué transmiten estos animales los caracteres a sus crías, y eso vuelve mucho más precisa la información para la toma de decisiones”, remarcó Debernardi.

A medida que hay más datos, éstos van siendo cada vez más confiables. “Un toro con 10 años de seguimiento y 5 mil hijos en distintos campos de la Argentina genera una información mucho más confiable que un toro joven con 5 crías en 2 establecimientos”, aseveró.

Si bien, el eje central de la presentación se basó en el uso de Dep y toros probados con pruebas de progenie, el orador destacó la importancia de seguir balanceando esta información con la experiencia y análisis fenotípico de las distintas líneas.  El motivo es que a diferencia de la lechería, en donde toda la selección se basa en Dep -ya que existe información para todos los rasgos-, en las razas de carne como Angus aún hoy no hay Dep para rasgos sumamente importantes como son calidad de ubre, longevidad, sanidad de pezuñas, entre otros.

Debernardi también comentó acerca de las posibilidades que da el uso de toros “Curve benders.”Estos toros presentan una curva de crecimiento atípica: nacen muy pequeños y luego tienen un crecimiento exponencial para compensar e incluso superar los kilos al destete de un ternero nacido de una vaca y generan la posibilidad de reducir al mínimo las distocias en vaquillonas, sin resignar kilos al destete. Esto sólo es posible mediante el uso de DEP, afirmó el orador.

El puente entre la cría y el engorde

El éxito de un programa de inseminación en vaquillonas  no alcanza sólo con el logro de un alto porcentaje de preñez y facilidad de nacimiento. Hoy, un buen programa de inseminación de vaquillonas además busca lograr terneros que al destete sean tan buenos o pesados como los las vacas madres. Y  eso, sólo se puede lograr con toros probados “Curve benders”.

Consideró que resta encontrar el punto común entre las expectativas de un criador –que en general busca que las vacas se preñen fácilmente, sean rústicas y soporten inundaciones y sequías, y no generen grandes necesidades de alimentación- y las expectativas de un engordador –que apunta a tener un “avión a chorro que engorde 2 kg. más por día-. Entonces, una necesidad que tiene hoy el negocio ganadero es limar esas diferencias de intereses entre dos sectores que, a veces, llegan a ser la misma persona, y que se pueden asimilar a las figuras de Fiat 600 vs una Ferrari.

El tiempo es oro

El factor tiempo en el engorde es fundamental para poder accionar en los momentos cuando el mercado paga mejor. Eso está relacionado con las “curvas de crecimiento“. Esta mirada es importante a tener en cuenta para poder hacer el recorrido entre un criador y un engordador. El peso y el tiempo en la curva de crecimiento juegan un rol crucial en la elección de la genética adecuada. En ese sentido, recordó que “a los 15 o 18 meses se expresa todo el potencial de un animal y luego nadie quiere que la vaca siga creciendo en tamaño”.

También destacó que un tema no negociable en la cría son los problemas de patas, de pezuñas o de peso al nacer.

Para concluir, Debernardi enfatizó que “es posible trabajar buscando lo lindo y lo estético, pero usando números”. Existe una gran brecha de mejora, y para concretarla, hace falta empezar a medir.

Debernardi propuso alcanzar un balance entre el análisis de DEP y el fenotipo. Hacer uso de mediciones y, en caso de no poder hacerlas, usar las que otros ya han hecho.

Vocación por seleccionar lo mejor  

Ya finalizando su charla, Santiago Debernardi compartió algunos aspectos del reciente Beef Scouting Tour realizado en enero de este año por EE.UU. y Canadá. El viaje consistió en un recorrido que realizan 4-5 personas para evaluar toros, buscando los mejores ejemplares para sumar al catálogo. Este año recorrieron un total de 8500 km en 16 días en plena época invernal con temperaturas que llegan a los 30° bajo cero.

En la gira se evaluaron 6000 toros, de los cuales se compraron 6 ejemplares que van a formar parte del próximo catálogo para empezar a ser probados. “Sabemos que de esta exigente selección algunos quedan en el camino y, tal como sucedió en otro momento, también surgen algunos consagrados, como ocurrió con Mr. Angus”, comentó.

Una novedad que trajeron del viaje son los comederos inteligentes que miden diariamente el consumo de los animales. Tienen balanza en la aguada para poder pesarlos diariamente, lo que permite medir la eficiencia de conversión de alimento en peso.

Experiencias con nuevas tecnologías

Debernardi también compartió los resultados de experiencias que está llevando adelante con nuevas tecnologías como las dentaduras postizas, la marcación con nitrógeno líquido y las bandas de goma para la castración.

Las dentaduras Nocut, provistas por Javier Proalom, “son una tecnología de bajo costo y fácil de implementar”, según Santiago. Principalmente, le da uso como protector de dientes de vacas jóvenes, como una forma de cuidar y alargar su vida útil.

“Con vacas de cuarto diente vimos que se pierden muchas, pero no se les sale a las que tienen boca llena o medio diente, diferenció.

La marcación en frío con nitrógeno líquido tiene la ventaja de que crece el pelo de color blanco de por vida en el lugar de aplicación. El principal inconveniente es que lleva más tiempo que la marcación convencional.

Las bandas para la castración de machos, comercializadas por Expertos Ganaderos, incluyen las bandas y un aplicador desarrollado en EE.UU. Son de colocación rápida en animales de cualquier edad, con buenos resultados. No provocan sufrimiento y se recomienda usarlos en invierno para evitar las posibles miasis o bicheras.

El impacto del desarrollo del ternero y su productividad futura

A su turno, Aníbal Pordomingo, de INTA, inició su charla elogiando a la audiencia calificada y lo que acababa de escuchar como “música para mis oídos” destacando el concepto de eficiencia desde la cría y buscando un animal competitivo desde el inicio.

Consideró que “rediscutir nuevamente la cría implica tomar algunas decisiones”. Destacó la diferencia que existe cuando el novillo viene de un rodeo donde las vacas están bien seleccionadas y producen terneros más pesados y menos dispersos, lo que genera mejores resultados en la en recría y en el engorde pastoril.

Por esas causas “vender un novillo tres meses antes o después es muy relevante para el negocio y poder incidir en ese tiempo responde a un conjunto de decisiones”, remarcó.

A continuación identificó varios mitos que considera hay que empezar a derribar:

  • Hay una confusión entre kilos al destete y la fertilidad posterior de la vaca. “Si bien el destete de la vaca con un ternero liviano, en muchas ocasiones es determinante para que se preñe, esto no siempre es así”, diferenció.

“La fertilidad puede estar vinculada con lo que sucede al destete, pero esto es muy errático”, enfatizó. Por lo contrario, destacó la importancia de la calidad de manejo para esta etapa.

  • La calidad de la carne está asociada al peso de la res. Según Pordomingo, este es otro mito por derribar. No hay correlación entre el peso de la res y la resistencia al corte. El mundo ya lo comprobó y en este punto ya no negocia.

La estrategia de engorde para generar calidad de carne incluye la edad, el peso y la   genética subyacente, así como el ritmo de engorde. Estos factores son mucho más importantes para obtener satisfactoria calidad de carne. “Hemos perdido oportunidad de faenar muchos más kilos por ese mito de faenar animales livianos”, criticó.

  • Otro mito a derribar es acerca de la eficiencia de conversión y el “bendito” argumento del frame. Pordomingo propuso considerar estas herramientas pero, además, comentó que tenemos la oportunidad de llevar a los animales a los máximos aumentos de peso cuando ya están llegando a los 400 kilos.
  • Por último, desafió al modelo productivo actual, que principalmente apunta al mercado interno, con la posibilidad que existe de aportar también novillos para exportación.

En los tramos finales de su charla, igual que en la cría, el técnico del INTA recomendó acentuar las mediciones y controles en el engorde. “Si no medimos no sabemos lo que está pasando. No es lo mismo producir un animal que tiene 73cm de área de bife que otro de 48 cm”, distinguió.

Propuso empezar a conocer más del producto que se ofrece. “Sabemos muy poco de lo que vendemos; hay que empezar a medir el espesor de grasa al momento de faena, el área del bife, etc., tal como hacen en Australia”, desafió.

“Estamos discutiendo cómo producir más carne. Eso supone considerar la producción individual de un ternero y no el peso promedio del lote. Estos son requisitos de los mercados a los que queremos acceder. Participar ahí, exige tener estas mediciones”, alertó el profesional.

“Debemos reconocer que si a futuro queremos generar más carne, no lo vamos a hacer con el mercado interno únicamente. El pollo y el cerdo están avanzando mucho y no vaya a ser que en algún momento se nos exija tener que explicar al consumidor porque es bueno seguir comiendo carne vacuna”, finalizó.

Frases destacadas de los oradores

Por MV Santiago Debernardi

-El margen de mejora existe en la ganadería. Es posible cambiar la curva de crecimiento a través de la genética y de una serie de manejos para producir más kilos en menor tiempo.

 -Es importante medir para saber dónde cada uno está parado y para comprometerse con un margen de mejora posible. En caso de no poder hacerlo, usar las mediciones que otros ya han hecho.

-Un DEP da la información de lo que el animal produce, independientemente de cómo luce. La importancia de entender cómo trabajar con los DEP es un punto de partida.

-Tanto el peso al nacer, el peso al destete, el peso al año y el peso maduro siempre siguen una correlación.  Es clave seguir estos números.

-El éxito de un programa de inseminación no se alcanza con el logro de un alto porcentaje de preñez y una buena llegada al parto. Hoy, un buen programa de inseminación también logra un ternero más competitivo que las vacas madres.

-Es probable que reste encontrar el punto común entre las expectativas de un criador y las de engordador que, muchas veces, es la misma persona.

Por Ing. Ag. Aníbal Pordomingo

-La estrategia de engorde para generar calidad de carne incluye la edad, el peso y la genética subyacente, así como el ritmo de engorde al término. Estos elementos son muy importantes para lograr ese objetivo. Es relevante elegir la época de servicio de las vacas, manejar su condición corporal y atender el tema de la genética porque es lo que mejora el rodeo.

-La inseminación artificial a tiempo fijo no es solo para preñar vacas, como se la usa hoy en día en muchos casos; es para controlar mejor la preñez y el producto que se está ofreciendo. El progreso genético no es para los cabañeros, sino que también es para los rodeos comerciales.

-Si no medimos no sabemos lo que está pasando. No es lo mismo producir un animal que tiene 73 cm de área de bife que otro de 48 cm. Sabemos muy poco de lo que vendemos y hay que empezar a medir el espesor de grasa al momento de faena, el área del bife, etc., tal como lo hacen en Australia, por ejemplo.

Acerca de la Guagua

Se heredó en 1988. Son 370 ha. En 1995 se compra otro campo. En 2001comenzó con la parte de cría con 120 vaquillonas preñadas. Hoy hay 800 madres y se venden 120 toros por año.

Modalidad de trabajo: Si bien es una cabaña, tratamos de manejar todo como si fuera un campo de cría. “Si mañana la Guagua dejara de ser cabaña, todo se seguiría haciendo de la misma manera.” El equipo de trabajo que acompañe en esta idea es fundamental para lograr los objetivos.

Para La Guagua, ser una cabaña implica ser muy bueno productivamente. La reproducción es importante porque si no, no hay nada, es decir la sanidad, la recría -llegar con las vaquillonas a 15 meses-, inseminar, identificar y usar los números- En definitiva, el aspecto del marketing es lo único que diferencia el trabajo que se realiza en la Guagua como Cabaña.

Manejo reproductivo en La Guagua: Se realizan dos servicios en otoño y primavera. En cuanto al manejo nutricional, conviven dos sistemas: cría intensiva con alfalfas, donde la vaca está muy bien y el promedio de destete es de 260Kg y, campo alquilado con pelo de chancho, salitral, donde se destetan 200 kg. Todos los animales son identificados con nombre de padre y números de repaso.

Producción: Siempre se pesa al destete, la vaca y su cría y el porcentaje de lo que destete (esto permite hacer una correlación entre el tamaño de la vaca y lo que ella está produciendo). Acá puede haber vacas flacas y feas pero que mantienen las relaciones entre el peso del ternero que destetan y su tamaño. Y, si se siguen preñando, se quedan.

Las paradas durante la recorrida a campo: Lote Vaquillonas Primer Servicio,  Lote Vacas de Segundo Parto / Tercer Servicio, Lote Vacas más de 3 partos en campo duro, Vaca Plantel: Lote de vacas de más de 3 partos, Vaquillona 2do Servicio, Toros y demostración de banda de castración aplicada.

Por Graciana Mujica

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