Buenos Aires, el distrito con peores caminos rurales del país

Así lo indica un relevamiento realizado por FADA. El mal estado impacta directamente en la competitividad del sector, en el bolsillo del consumidor, en el bienestar social y hasta en la conservación del suelo

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Si bien es común y hasta se ha convertido en una mala costumbre «quejarse», a veces estos reclamos pueden convertirse en buenas acciones. Hace cuatro meses que productores agropecuarios, transportistas, profesionales, maestros rurales y la policía rural de todo el país, pueden alertar e informar sobre el estado de los caminos rurales y así, de esta manera, transformar su queja.

La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Córdoba y el Ministerio de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires, desarrolló la APP «Caminos Rurales» para mejorar el sistema vial, dar respuesta a un problema que aqueja a la sociedad en su conjunto y no sólo al campo.

La aplicación es una herramienta colaborativa, de uso libre y gratuito que permite a los usuarios informar el estado de los caminos, con el objetivo de ayudar a otras personas que transiten por los mismos y así dar visibilidad al problema de una forma más objetiva.

Hoy, a cuatro meses de su creación, registra más de 1500 usuarios activos que ya han creado 613 alertas, las cuales se localizan en 14 de las 23 provincias argentinas. «A pesar de esta amplitud geográfica, la mayor cantidad se concentra en la región de la pampa húmeda. Esto encuentra explicación porque es la zona de mayor densidad productiva y de caminos», argumentan los investigadores.

En territorio bonaerense se crearon el 47% de las alertas, en suelo cordobés el 25% y en Santa Fe el 17%.

«Esta aplicación es de importancia para la provincia de Buenos Aires, donde tenemos muchísimos kilómetros de caminos rurales. Para que los municipios tengan la oportunidad de tener una herramienta muy buena, que les permita utilizar la tecnología para mejorar la gestión de los caminos, y los productores, herramientas para saber por dónde pueden ir y dónde no», expresó Leonardo Sarquís, Ministro de Agroindustria de la provincia.

Los datos generados revelan que un 35% de las alertas reportan caminos «cortados», el 29% caminos en estado «malo», el 13% «regular» y el 23% «bueno». De estos números, se desprende que el 64% de las alertas reportan caminos con problemas, mientras que el 36% restante informan caminos regulares y buenos. En tal sentido, vale la pena destacar que también se registran alertas que describen el camino desde una mirada positiva.

De acuerdo los datos proporcionados por el reporte, la provincia de Buenos Aires presenta una generación de alertas en casi todo el territorio provincial, con menos frecuencia en el sur y más en el centro y norte. «La mayor presencia de reportes negativos se encuentran en el centro oeste y el centro este de la provincia, coincidente con algunas de las zonas más afectadas por las inundaciones y anegamientos», indicó David Miazzo, economista jefe de FADA.

El sistema prevé la generación de un usuario especial para que los municipios puedan gestionar sus partidos. En las próximas semanas comenzarán a realizar un trabajo conjunto con el Ministerio de Agroindustria para sumar a los municipios y cooperativas viales al sistema, y que de esta manera puedan monitorear el estado de situación.

Pérdidas por US$ 519 millones
Según el último informe del Consejo Vial Federal (2014), la red del Sistema Vial Argentino (SVA) asciende en total a 628.510 km. De los cuales el 6% pertenecen a la red nacional, casi un 30% a la red provincial, mientras que el 64% restante pertenece a la red de caminos terciarios, con diferentes modalidades de administración.

«En un país donde más del 90% de la producción se moviliza por transporte carretero, sólo el 12% de los caminos están pavimentados, el 82% son de tierra y el 6% están mejorados», detalla la fundación en un estudio.

Dentro de la red terciaria de caminos, que representa 400.000 km, las provincias de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires y La Pampa tienen 270.000 km.

FADA llega a la conclusión que el 80% de los caminos terciarios se concentran en la pampa húmeda, atendiendo a 330.000 establecimientos agropecuarios. Al no poder garantizar un óptimo tránsito por ellos, provoca una pérdida de competitividad y caída en el ingreso de los productores.

Sumado a ello, de acuerdo a la Asociación Argentina de Carreteras, las pérdidas por esta problemática ascienden a US$ 519 millones por año.

La investigación de la fundación sostiene que actualmente los caminos prestan un servicio deficitario para los usuarios, en donde la baja conservación y la erosión, tanto hídrica como eólica, debilitan día a día su estado. «Los caminos en promedio pierden 10 cm de altura por año, por lo que van transformándose en canales», detalla.

En este sentido, para Miazzo, la solución está en buenas prácticas, presupuesto y un buen sistema de control y capacitación. «Buenas prácticas hacia adentro de los campos, para evitar que los excesos de agua vayan directo a los caminos. Más presupuesto aplicado a los caminos, porque el dinero que se destina actualmente es insuficiente. Y es necesario que quienes mantienen los caminos (municipios, cooperativas viales y consorcios camineros) tengan gente capacitada, las herramientas necesarias y un estricto control y transparencia del uso de los fondos», detalló el economista.

Fuente: FADA / Infobae

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