Advierten sobre el colapso hídrico de la Cuenca del Salado

El director del Instituto de Hidrología de Llanuras (IHLLA), Eduardo Usunoff, publicó un comunicado para alertar a la población en general, a los productores rurales, y en particular, a los organismos encargados de tomar las medidas de prevención necesarias (Municipios, Defensa Civil, Cooperativas, ONGs), sobre la crítica situación hídrica en la zona central de la provincia de Buenos Aires.

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En diálogo con el portal de noticias Infoeme, Luis Vives director del organismo, confirmó que hay un alto riesgo de inundaciones “debido a la situación de la cuenca del Salado está demasiado colapsada”.
El especialista destacó además, que “estamos entrando en agosto, período muy particular donde hace dos años atrás sufrimos la gran crecida”.
El IHLLA informó que la precipitación acumulada hasta la fecha es superior a la media histórica y existe un alerta de ocurrencia del fenómeno El Niño para este invierno emitida por el Centro de Predicciones Climáticas (National Oceanic and Atmospheric Administration – NOAA).
Esta situación, con una capacidad de retención de agua muy baja, no mejorará a corto plazo debido a la escasa cobertura vegetal del suelo y la baja evaporación y transpiración desde el suelo/planta que es mínima en esta época del año.
Vives señaló que tal como está el sistema, cualquier precipitación como la que hubo en aquella época “nos estaría inundando. El suelo no tiene más capacidad de absorción y es agua que llueve sobre agua. Los campos están pelados porque ya han cosechado y la situación es más crítica”, sostuvo el investigador, quien remarcó que tanto Azul como Olavarría, serían los más golpeados en caso de registrarse más lluvias.
Por otro lado, también recomendaron a los organismos encargados de defensa civil de las poblaciones seguir atentamente los alertas meteorológicos del Servicio Meteorológico Nacional.
El IHLLA dispone de una red propia de monitoreo de aguas superficiales y subterráneas en el centro de la provincia con la que ha constatado el rápido ascenso de los niveles freáticos (napas), la existencia de muchas depresiones del terreno (bajos) colmadas de agua y elevados caudales en los arroyos provocados por las abundantes lluvias de este año.
Por lo tanto, hay un elevado riesgo de inundación en caso de ocurrir precipitaciones ordinarias/moderadas (y más aún si acontecen precipitaciones intensas) al menos hasta avanzada la primavera.
Llegados esos días con mayor cobertura vegetal, cantidad de horas con sol y temperaturas más altas, se evaporará a mayor ritmo el agua y las cuencas recuperarán la capacidad de almacenamiento.
También es importante tener presente que el descenso del nivel freático en el acuífero es lento y por lo tanto las áreas anegadas o con dificultad de acceso puede mantenerse por varios meses.
En las zonas anegables, donde el acuífero freático es la fuente de abastecimiento a la población, es fundamental realizar monitoreos continuos de la calidad de agua dado que existe un alto riesgo de contaminación.
Esta situación se agrava en aquellos sitios donde no se dispone de servicio de cloaca, según se informó.

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