La Hoja de Ruta en el corazón de los Aprendices del Camino
Nicolás Fazio y Evngelina Fons emprendieron hace tres meses su viaje latinoamericano que tiene como objetivo unir Ushuaia y México. En la actualidad están en la localidad de El Bolsón y enviaron a El Regional Digital su hoja de ruta del Corazón de los Aprendices del Camino.
A medida que sumamos kilómetros, las experiencias con los lugares, las personas y con uno mismo han ido mejorando indudablemente.
El primer mes nos encontró en Ushuaia. Hasta allí, esa parte de nuestro trayecto había resultado un tanto dura. Por un lado, nuestros planes sobre como sustentar nuestro viaje habían fracasado. Entre trabas ajenas y propias fue cayendo nuestro ánimo. Un antes y un después en este tema se dio gracias a Yesi, nuestra amiga de Comodoro, pero es una historia aparte. Por otro lado, viajábamos apurados por llegar al fin del mundo. Al no estar acostumbrados a estar tanto tiempo viajando, queríamos llegar a un lugar seguro y cómodo. En Ushuaia nos esperaba “La Tía Mary”.
Durante el segundo mes ya no estábamos solos. Lo bueno de viajar y estar abiertos a nuevas experiencias, es que se empieza a conocer gente como nosotros, espíritus libres, viajeros y con muy buena energía que contagiar. Viajamos con “La pitu casita viajera”, “Patagonia en Kombi” y “Almamater”, todos viajeros kombinautas. Viajar en banda puede ser muy divertido y se comparten muchas cosas, pero aprendimos también que hay que darse espacio para estar más solos, porque cuando uno esta en grupo se cierra más a conocer nuevas personas, especialmente del lugar. Y eso justamente es lo que nos habíamos propuesto, vivir como vive la gente del lugar día a día y conocer sus costumbres.
En el último mes, con Nico coincidimos en que ha sido el mejor. El contacto con la gente del lugar fue más amplio y tres lugares fueron claves en esto. “La casa del ciclista” en El Chalten, allí nos quedamos una semana, teniendo no solo la oportunidad encontrar gente de todo el mundo que viaja en bicicleta, sino también de compartir con Flor, la dueña del lugar, una excelente persona con un corazón único. El segundo lugar fue La casa de “Pako” en Perito Moreno, un amante de las escaladas. Veinte días en la ciudad en los cuales aprendimos mucho sobre escaladas, incluso sobre grandes escaladores y sobre su vocabulario específico.
La última experiencia, la cual creemos fue fantástica, la vivimos en Aldea Escolar a 10 km de Trevelin, Chubut. Conocimos a La Junta Vecinal y su gente. Allí nos ofrecimos a ayudar a la comunidad a terminar la oficina de informes que inauguraría días después. Aprendimos que es una junta vecinal, como se crea, como funciona y que significa para la comunidad. Miguel, el presidente de junta y su familia nos acobijaron y nos dieron más de lo que esperábamos. Desde ahora, ellos, como todas las personas que conocimos hasta el momento son parte de este sueño.
Estamos muy felices de todo lo que hemos vivido y con la ilusión de seguir sintiendo esa energía que te motiva día a día. Desde el momento de decidir viajar hasta el final del viaje pondremos en práctica una frase que a Nico y a mí nos gusta mucho: “Ser responsables también significa animarse a asumir nuestra libertad”.
Por Evangelina Fons y Nicolás Fazio hacedores de Aprendices del Camino
Fotos facebook Aprendices del Camino
Click aquí para ver video de la entrevista realizada en Ushuaia por el sitio TV2Noticias.com a los Aprendices del Camino antes de su partida.
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