¿Qué pasaría si China dejara de comprar carne?

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La Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA) advierte por la situación precaria que está atravesando la industria frigorífica a raíz de la caída en las exportaciones de carne vacuna a China, el principal cliente del país, y la crisis en el consumo interno, sumado a la suba de costos, que significa el incremento en el precio de la hacienda.

«El coronavirus hizo realidad el fantasma que todos algunas vez nos preguntamos: qué pasaría si China deja de comprar carne?», señaló la entidad.

Y agrega que el comercio con dicho país se encuentra «prácticamente paralizado» y como consecuencia algunas cargas en tránsito han sido depositadas en otro puertos por falta de personal para recibir los embarques, otras se bajaron y están estacionadas en puerto y en otros casos se suspendieron los embarques y la carne está depositada en las cámaras de los frigoríficos argentinos.

En el mismo sentido, el editorial de su vicepresidente, Daniel Urcía destaca que «muchas empresas tienen mucha producción en depósitos de frío propios o de terceros que ahora deberán evaluar donde colocar esa mercadería, asumiendo pérdidas y los problemas de liquidez, fiscales, operativos, etc, que esta situación genera».

Mercado interno

En cuanto a la situación en el mercado interno, la entidad señala que la carne al público ha tenido «una recomposición de valores, similares a los que dijimos en octubre y aún así sigue teniendo un precio muy competitivo comparado con otros productos, pero el escaso poder adquisitivo de la gente hace que el consumo no crezca. El aumento de salarios y la tarjeta Alimentar han sido un paliativo pero todavía el consumo de carne vacuna no despega».

En este contexto, señala la entidad «en Enero operaron 372 establecimientos de los cuales el 49% faenó menos de 1.000 animales en enero y de esos el 90% menos de 500 animales; esta baja actividad denota la poca posibilidad de esos establecimientos de cumplir con sus obligaciones sanitarias, laborales, fiscales y previsionales, constituyéndose en posibles focos de actividad marginal».

Para FIFRA «la situación de la industria frigorífica que hasta fines del año pasado mostraba dos caras, hoy se encuentra toda en situación precaria, sin diferenciar consumo de exportación».

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