Primeras definiciones: el PRO y el radicalismo funcionarán como interbloque

La definición se tomó durante un encuentro de referentes parlamentarios con el vicegobernador electo y futuro titular del Senado provincial, Daniel Salvador, en el que se delineó una agenda de trabajo para iniciar la transición en la Legislatura.

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Los bloques parlamentarios del radicalismo y el PRO continuarán funcionando por separado y conformarán un interbloque a partir del 10 de diciembre, de acuerdo a las primeras definiciones tomadas por Cambiemos de cara a la organización de la nueva Legislatura.

La definición se tomó durante un encuentro de referentes parlamentarios con el vicegobernador electo y futuro titular del Senado provincial, Daniel Salvador, en el que se delineó una agenda de trabajo para iniciar la transición en la Legislatura.

La primera decisión que Salvador tomó en ese sentido es la conformación de un equipo de trabajo que comandará el cambio de manos del Senado en todo lo atinente a los manejos administrativos y la cobertura de cargos de gestión.

Por otro lado, un tema que desvela a la futura conducción parlamentaria es la confección del Presupuesto 2016: en ese sentido, una primera misión encargada al vice electo es preparar el terreno para aprobar la “Ley de Leyes”, cuya letra será negociada directamente por los delegados que dispuso María Eugenia Vidal para manejar la transición con el sciolismo.

Interbloque
Entre las primeras definiciones, la dirigencia de Cambiemos acordó un punto central para el futuro funcionamiento de las cámaras: la fuerza oficialista no tendrá una bancada unificada sino que funcionará como una suerte de interbloque con autonomía de cada una de las fuerzas, que tendrán sus propias autoridades.

De acuerdo a las primeras estimaciones, en ese reparto el PRO se quedará con 12 escaños y el radicalismo tendrá cuatro, aunque se espera que, negociaciones mediante, puedan incorporar otros legisladores provenientes de monobloques o incluso del Frente Renovador, aunque esto quedará supeditado al posible acuerdo global al que puedan llegar a arribar Mauricio Macri y Sergio Massa.

En rigor, la figura del interbloque no se encuentra contemplada en el reglamento interno del Senado, por lo que administrativamente cada espacio tendrá su propia bancada. De todos modos, desde la dirigencia radical recalcaron que se buscará “un trabajo en conjunto para garantizar la gobernabilidad en la provincia de Buenos Aires”.

Salvador ya se había pronunciado en favor de la unidad de las bancadas, al señalar que “la idea es dar pasos firmes. Vamos a tener por delante una gran responsabilidad y eso requiere el mayor grado de unidad y trabajo en pos del consenso”.

Es que la nueva fuerza gobernante deberá convivir en los primeros años con una legislatura adversa, con la primera minoría dominada por el kirchnerismo que, aún en retroceso, logró mantenerse como la fuerza más numerosa.

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