Expoagro 2018: Con 87 años una mujer se llevo el premio a la trayectoria como Contratista Rural

Su vínculo con el campo y las máquinas empezó en 1952, cuando se casó con Onofre Pizzi. Hoy, viuda, sigue adelante con la empresa con una lucidez y pasión por la actividad de contratista que le mereció el “Reconocimiento Expoagro a la Trayectoria” como contratista rural 2018. Tambien fueron reconocidos otros contratistas en los rubros aeroaplicador, Forrajeros y de cosecha

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En el marco de la Jornada Contratistas que tuvo lugar este jueves, Expoagro junto a la Federación Argentina de Contratistas de Maquinaria Agrícola (FACMA), la Federación Argentina de Cámaras Agroaéreas (FeArCA) y la Cámara Argentina de Contratistas Forrajeros (CACF) hicieron entrega de los “Reconocimientos Expoagro a la Trayectoria e Innovación de Contratistas”.

Sin lugar a dudas, la historia de Rogelia acaparó la atención de todos los presentes. Con 87 años y una lucidez y amor por la actividad inconmensurables, Rogelia María Caligaris de Pizzi, de la localidad santafesina de San Vicente, se llevó el reconocimiento a la trayectoria como contratista rural 2018.

Rogelia inició esta actividad en 1952 al casarse con Onofre Pizzi, quien ya tenía algunas máquinas en sociedad con sus dos hermanos. “Fue un trabajo que quise siempre. Empecé con mi marido, primero cocinando, acompañando y me gustaba ir a las máquinas y estar con la gente. Me gustaba mucho trabajar en el campo, y siempre digo que hoy queda muy poca gente así”, contó.

Con el fallecimiento de Onofre, hace 26 años, los allegados a Rogelia le recomiendan “vender todo” para tener una vida más tranquila. Pero, ¿qué hizo ella? Todo lo contrario. Siguió adelante poniéndose al frente de la empresa, modernizó aún más la flota y mantuvo la fuente de trabajo de sus empleados.

En este continuar de la empresa, fueron claves dos personas a quienes Amelia aprecia mucho. Se trata de Manuel, el encargado, que trabaja hace más de 50 años en el campo y que fue formado por el propio Onofre Pizzi; y de Héctor, el contador de la empresa contratista. “Como mujer y cuando me quedé sola, tuve muchos sinsabores. Pero con estos muchachos, que son como hijos adoptivos, pude hacerle frente a todo”, confiesa Rogelia con afecto.

Actualmente prestan servicios de cosecha y rodeada de cámaras y micrófonos, manfiesto  “es una alegría y emoción al mismo tiempo, les agradezco mucho a todos. Ahora ya parezco Susana Giménez”, bromeó. “Me premiaron porque soy la contratista más vieja de la Argentina, hoy me enteré de eso”, cerró también entre risas.

Y no está tan lejos de la realidad. Hasta el propio presidente comunal de San Vicente, Gonzalo Aira, acomodó su agenda para poder asistir a la entrega. “Rogelia siempre fue una vecina muy predispuesta a colaborar con la localidad, al igual que Onofre. No tengo dudas de que lo que ella cuenta es la realidad, que luchó, que es una mujer sacrificada para su trabajo, para su localidad y para su crecimiento”, aseguró.

Reconocimiento a Contratistas 

Además del reconocimiento a Rogelia, contratista rural de 87 años tambien se entregaron otros cuatro “Reconocimientos Expoagro a la Trayectoria e Innovación de Contratistas”, edición 2018.

En este sentido tal es la historia de Santiago Seiler, aeroaplicador de la empresa Agroalas, San Miguel de Tucumán; Daniel Gardello, contratista forrajero de Forceres SRL, de Tandil; Walter Barneix, contratista forrajero de WRB Silajes, de Lincoln; y Sergio Marinelli, contratista de Venado Tuerto. Todos merecedores de un reconocimiento.

Seiler lleva 44 años en la actividad como aeroaplicador en San Miguel de Tucumán. Comenzó como piloto y 20 años más tarde compró la empresa en la que trabaja, Agroalas. Su astucia para volar también configura su personalidad para el negocio: pasó de tener dos aviones Cessna a contar con una flota de 6 aeronaves turbo hélice Air Tractor. También se eleva en la cantidad de hectáreas tratadas, diversifica los cultivos y sus 30 empleados reciben capacitación constante, con las Buenas Prácticas Agrícolas como bandera. En el 2012 certifica su empresa bajo normas de gestión de calidad ISO 9001 y RTRS, transformándose en la primera y única empresa con esta distinción en el NOA. Este jueves no pudo asistir pero, en su nombre, estuvo su socio, Pablo Moreno, para recibir el reconocimiento a la trayectoria como aeroaplicador 2018.

En cuanto al reconocimiento a la innovación fue para el contratista forrajero Daniel Gardello, de la firma Forceres SRL, de Tandil, Buenos Aires. Según el jurado, Gardello demostró creatividad y originalidad en la solución de problemas de logística y la planificación global del sistema.

Dice el ganador: “realizamos en 2012 el silo de maíz considerado el más grande del mundo. Tenía 3.500 hectáreas de maíz picado con rinde promedio de 42 toneladas. Es decir, 150 mil toneladas en un solo silo de 300 metros de largo, 90 de ancho y 14 de alto. El beneficio es disponer de gran cantidad de alimento y fibra de calidad en poco espacio. Esto reduce los consumos de combustibles y plásticos”. En representación de Daniel, vino uno de sus empleados, Néstor, quien trabaja con él hace más de 11 años: “Es una persona que apuesta al trabajo, a las herramientas y siempre innova en cosas nuevas, con mira al futuro. Este reconocimiento es fruto del sacrificio”.

Siguiendo con los reconocimientos, Walter Rafael Barneix, de la firma WRB Silajes y oriundo de Lincoln, se llevó el premio a la trayectoria como contratista forrajero. Walter lleva 30 años en la actividad. Comenzó a los 18 años como peón, luego fue maquinista hasta que compró su propia máquina de arrastre. De ahí en más continuó creciendo pero de forma equilibrada y prolija, incluso en años complicados. Hoy cuenta con 2 picadoras Claas, 5 tractores Case /New Holland, camiones compactadores y de transporte de máquinas propio. Cuenta con 15 empleados fijos y otros 15 que se incorporan para ensilaje y henificación.

Finalmente el contratista rural Sergio Marinelli, de Venado Tuerto se hizo con el reconocimiento a la innovación 2018. Marinelli presta servicios de cosecha y asesoramiento agronómico. Siempre está tratando de mejorar la calidad de su servicio incorporando tecnología y dialogando con los productores porque entiende que son un equipo y que la ganancia del otro es también la suya. Está convencido de que aportarle información al cliente es lo que le permite crecer en la gestión de su propia empresa. Es un referente de los contratistas y de las empresas fabricantes de maquinaria agrícola.

Además de todo esto, es inquieto, curioso, participativo. Acepta todas las invitaciones para disertar, dar talleres, ser jurado. Es miembro de Aapresid, fue docente de Admite y de las jornadas del INTA Manfredi. Además es profesor en un colegio de su ciudad. Las empresas lo convocan para probar sus nuevos productos. Y en ese ir y venir constante que lo caracteriza, un día en el año 1995 incorporó en su cosechadora el primer monitor de rendimiento de la Argentina. Por esta audacia para comprender los cambios tecnológicos, pero sobre por el coraje de querer ser el primero en probarlos, el jurado lo eligió para entregarle este premio a la innovación. “Ser contratista no es tan sencillo, no es una actividad fácil. Tenemos la responsabilidad que el 70 por ciento de la cosecha pasa por manos nuestras, y tener un reconocimiento por todo eso realmente es importante, te alienta a seguir en lo que uno está haciendo”, dijo. “La empresa la inició mi padre y yo la sigo desde hace 30 años. Estamos con los lógicos recambios generacionales; tengo un hijo de 24 años que ya está en esto, y la idea siempre pasa por ahí”.

En representación de Expoagro, estuvo presente su gerente, Rodrigo Ramírez, acompañado por Jorge Scoppa, presidente de FACMA, Patricio Aguirre Saravia, presidente de CACF, y César Antonietti, presidente de FeArCA. Como moderador de la jornada estuvo Héctor Huergo, editor de Clarín Rural. El jurado estuvo integrado por los presidentes de FACMA y CACF, Emilio Granero, de FeArCa, y Huergo de Clarín.

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