En los últimos años se viene consolidando un cambio muy importante en la dinámica de las enfermedades foliares del cultivo de trigo, provocando cambios en el manejo y tipo de fungicidas que se requieren para lograr rendimientos superiores. Particularmente en la presente campaña muchos de los factores que explican estos cambios se vienen expresando, lo que de seguir así podría provocar el rápido desarrollo de Manchas y Royas. La falta de información puede provocar que se tomen decisiones tarde, lo que no solo provocaría pérdida de rendimiento sino también un aumento en los costos. Es por eso que considero importante repasar con ustedes qué factores están alineándose y qué herramientas existen para el control.

Cuando se habla de enfermedades generalmente se cita el “triángulo de la enfermedad”, una forma gráfica de esquematizar qué componentes participan en el desarrollo de una epifitia.
Entre estos componentes se encuentra el Clima. Este invierno, luego de un fin de Mayo e inicio de Junio con temperaturas récord por debajo de lo normal, tanto las mínimas como las medias diarias se viene manteniendo muy por encima de lo normal favoreciendo un desarrollo muy acelerado del trigo y sus enfermedades. Las lluvias de Agosto rondan en toda la zona los 100mm y además por su frecuencia aseguran horas de mojado y salpicado foliar.

El Hospedante susceptible a la enfermedad es otro factor importante. La mayoría de las variedades actualmente sembradas presentan cierta susceptibilidad a algunas de los 3 tipos de Roya. Por otro lado hay una escasa variabilidad genética, por ejemplo en un informe de la Regional AAPRESID 9 de Julio sobre un relevamiento de 12.000 has de la cosecha 16/17, el 50% estaba sembrado con una sola variedad y solo 5 variedades cubren el 82 % de la superficie. En la actual campaña esta concentración es mayor. Se logra así una presión de selección que provoca el rápido quiebre de cualquier resistencia genética. En este escenario una variedad no dura más de 2 a 3 campañas sin quebrar las barreras a la enfermedad. Eso podría estar ocurriendo este año.

El tercer factor es el Patógeno
Las enfermedades foliares históricamente importante en trigo en la zona son Roya Anaranjada (Puccinia Triticina) y Mancha Amarilla (Drechslera tritici-repentis), sin embargo se está viviendo la consolidación de 2 “nuevas” royas: Roya Negra o del Tallo (Puccinia graminis) y Roya Amarilla o Estriada (Puccinia striiformis). El complejo de royas es entonces mucho más agresivo que años atrás y particularmente Roya del Tallo por su aparición tardía y dificultad de control es altamente dañina.

Una cuarta pista que nos obliga a poner YA el ojo es la Presencia muy temprana de pústulas de roya y manchas. Hay alertas de Norma Formento de INTA Paraná y de Lucrecia Couretot de INTA Pergamino por ejemplo.

Las Herramientas
La herramienta fundamental para el manejo de estas enfermedades es el correcto monitoreo e identificación. Las “nuevas” royas requieren una observación más exhaustiva del lote debido a que su distribución inicialmente no es generalizada. Si bien el manejo de umbrales de acción es una medida que nos ayuda en la toma de decisión, el seguimiento periódico y sistemático junto con un pronóstico de evolución de las epifitias terminan de ajustar las decisiones.

Hasta el momento y desde el punto de vista de la estrategia química, las enfermedades foliares eran bien manejadas con una aplicación de fungicidas compuestos por un Triazol y una Estrobirulina, sin embargo las “nuevas” royas y la agresividad del complejo de enfermedades están demostrando que esta herramienta no es suficientemente efectiva. La aparición en el mercado de una nueva familia de fungicidas: las CARBOXAMIDAS, es una excelente alternativa.

En un interesante trabajo realizado en la campaña pasada por la Consultora LARES sobre un total de 8 localidades dentro de nuestra zona, donde se comparó la vieja tecnología contra CARBOXAMIDA + ESTROBIRULINA y una doble aplicación de tecnología nueva y vieja, encontró que la respuesta promedio en rendimiento fue de 712 kg/ha a favor de la Mezcla con Carboxamida y de 468 kg/ha a favor de la Mezcla con Triazol versus un testigo sin fungicida. Esta respuesta fue mayor en la localidad de Nueve de Julio donde hubo presencia de Roya del Tallo:

El otro dato interesante que surge de este trabajo es que la mejora de rendimiento se explica en gran parte por el mayor peso de los granos. Lo que demuestra que un fungicida con mayor residualidad pueden asegurar rendimientos superiores porque permite un mejor llenado de granos. El Peso Hectolítrico también se ve favorecido.

Como conclusión el clima, las variedades y los patógenos están alineados, las alertas nos están indicando la presencia ya de las enfermedades. El monitoreo por un Ingeniero Agrónomo integrando la lectura visual y toda la información periférica es clave y la correcta decisión de que moléculas utilizar y el momento, también.