(elcivismo.com.ar)Un obrero identificado como Federico Riquelme, de 23 años y con domicilio en Moreno, murió esta mañana al quedar sepultado a unos 9 metros de profundidad como consecuencia de un desmoronamiento de tierra. En tanto, otros dos operarios resultaron heridos y debieron ser trasladados al Hospital Municipal por Bomberos Voluntarios.

La tragedia ocurrió en Colectora de Gaona Intendente Humberto De Lucia y calle José Ingenieros. En el lugar, la empresa constructora Coarco está realizando una obra de desagüe contratada por Autopista del Oeste.
Por causa que son motivos de investigación cedió la tierra aplastando al menos a tres trabajadores. Uno sufrió heridas en una de sus piernas, otro quedó con la mitad del cuerpo enterrado y pudo ser rescatado con vida. Un tercero, en este caso el joven Riquelme, no corrió la misma suerte muriendo prácticamente en el acto y a la vista de sus compañeros.
Al momento de producirse el siniestro laboral se encontraba trabajando en el pozo unos seis obreros. Quienes resultaron salir ilesos, quedaron emocionalmente afectados. No obstante, cargaron culpas contra los capataces de la empresa por no haber advertido lo que podía llegar a pasar.
Por su parte, el bombero Damián Goenaga estimó que el desmoronamiento de tierra pudo deberse a las vibraciones que tiene el suelo por efecto del tránsito en Gaona.
El cuerpo del obrero fallecido aguardaba ser desenterrado aunque en la obra temían por un nuevo desmoronamiento ante lo endeble que se presentaba el terreno.

“Ya habíamos dicho que se iba a desmoronar”
En medio de llantos, operarios que salvaron su vida contaron que la semana pasada había ocurrido un desprendimiento de tierra en la excavación parecido pero que la empresa no había desestimado sus reclamos.
«Estábamos trabajando abajo y desde arriba nos gritaron. Cuando miramos hacia arriba ya teníamos toda la tierra sobre nosotros», contó uno de los trabajadores de la construcción. A pocos metros, otro joven operario relató que el hecho se produjo cuando estaba compactando el piso mientras otros trabajadores apuntalaban las paredes en una especie de gran túnel subterráneo que corre desde la autopista por José Ingenieros en sentido a calle Sarratea.

«Abajo ya se había desmoronado», dijo uno de los muchachos al tiempo que otro de los obreros cargó contra la empresa por las condiciones laborales en la que realizaban la obra. «Esto es un desastre. Ya habíamos dicho que se iba a desmoronar. Nosotros nos salvamos de pedo», denunció.
«La semana pasada yo me salvé de culo porque me tiré al conducto. Era sabido que se iba a caer pero no nos dijeron que saliéramos. A estos no les importa nada: fue como que murió un chancho para ellos. La retro (excavadora) tiene que estar a 50 metros pero estaba encima de nosotros», dijo.