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El fracaso de CAMBIEMOS en el de tránsito de 9 de Julio

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Las medidas sobre el tránsito, como siempre, se han vuelto una mala costumbre en 9 de Julio, realizarlas bajo el perverso ciclo accidente-presión mediática-medida, como una respuesta reactiva, aislada e inmediatista de la autoridad frente al problema acumulado por más una década, es buscar una solución bajo la fórmula mágica de que el problema se resuelva de la noche a la mañana, colmando las falsas expectativas que el pueblo le ha impuesto al Gobierno de turno.

La autoridades del sector, ignorantes que no existen soluciones mágicas en el tránsito, aplican medidas como la colocación de moderadores de velocidad que, por más modernos que sean, son los mismos parches que los antiguos a una antigua problemática sin solución en este contexto, donde los problemas solamente pueden resolverse con el tiempo, pero con una planificación, donde previamente la autoridad junto a los actores vinculados al tránsito elaboren un diagnóstico situacional, para luego diseñar las políticas públicas que nos lleven a reducir la informalidad y la consecuente siniestralidad en el tránsito, hacer un seguimiento constante y permanente de sus resultados, para reorientarlas en caso que sea necesario. Por supuesto, todo esto no se ha hecho.

Según las declaraciones a la prensa del responsable del área, el Secretario de Gobierno Jorge Della Rocca, estas medidas se aplican aquí porque han dado un buen resultado en otros municipios, olvidándose que la problemática del tránsito tiene una base sociológica propia del lugar, y por lo tanto no pueden trasplantarse de un Municipio a otro esperando idénticos resultados, porque las calles no son las mismas, el flujo del tránsito no es similar, ni los conductores se comportan de igual forma en uno u otro lugar. Es decir, son los espejitos de colores de los conquistadores del Conurbano.
Se ha llegado a un estado crítico en el cual CAMBIEMOS, después de 11 años parece no tener las respuestas que el tránsito demanda. Volvemos a ver accidentes todos los días y la problemática no fue desactivada, no se hacen operativos preventivos, no hay controles de alcoholemia, mientras el tráfico sigue violentando las calles de nuestra ciudad, y familias enteras son destruidas por la pérdida de sus seres queridos por los múltiples accidentes. Es una situación que debe tener un cambio profundo y radical, el cual no se ve plasmado en las políticas llevadas a cabo ni por Battistella ni por Barroso.

Tanto el hoy responsable de la Zona Sanitaria II como el actual Intendente, nunca planificaron seriamente políticas públicas de tránsito. No se puede seguir actuando como un mero relator de la situación y al menor problema instalamos un lomo de burro. Las autoridades deben renunciar a subordinarse a la dictadura del cortoplacismo y de las declaraciones rimbombantes en los medios de comunicación, caso contrario estaremos en más de lo mismo.
A mediados de febrero de 2008, en las cercanías de la ciudad de 9 de Julio, murieron tres jóvenes de 17, 19 y 22 años luego de protagonizar un accidente de motos. Enterado de lo sucedido, el intendente, solo atinó a señalar que “sabía que iba a pasar una desgracia” y que las corridas y “picadas” son una tendencia en su jurisdicción. “Tenemos decidido endurecer las penas de una vez por todas», dijo Battistella a Clarín. Entre las medidas que estudiaba se destaca sancionar a los padres de los menores, y aumentar las multas a los que no lleven casco, circulen sin seguro o sin carné de conducir. El actual jefe del bloque de diputados de CAMBIEMOS, por aquel entonces Jefe de Gabinete de Battistella, anunció “con bombos y platillos” el plan “Tolerancia 0”, que duró hasta la campaña política y hasta ahí llegaron las multas, los controles de uso de casco, los operativos de tránsito; y el plan “Tolerancia 0” rápidamente se convirtió en el plan “Demagogia Plena”.

Como siempre, cualquier medida reactiva y de apuro deviene en una acción mal concebida y pésimamente elaborada, ni el Intendente ni sus asesores se han percatado que para la colocación de los moderadores se necesita del permiso del Concejo Deliberante (Ley Orgánica de las Municipalidades, inciso 2 y 18 del Art. 27º), lo que ante un accidente ocurrido a causa de éstos moderadores puede traer gravísimas consecuencias legales al Municipio.
Por supuesto, el Intendente y sus colaboradores del sector de Transito, no han comprendido que el detalle está en cómo custodiamos que las normas vigentes sean cumplidas, sobre todo en materia de prevención. Un tránsito seguro y confiable no es el que más se interrumpe con reductores de velocidad, sino todo lo contrario, donde la autoridad permita un flujo continuo de vehículos, se logrará un tránsito con menos accidentes y menos víctimas, se necesitará una erogación menor en Agentes de Tránsito, sólo se necesitaría controles mecanizados o, lo que es lo mismo, vías semaforizadas con onda verde y cámaras.
Otro dilema es el Cuerpo de Inspectores de Tránsito. Los escasos Agentes, su formación y la alta discrecionalidad del gobierno para su ingreso, es un problema. Realmente hoy los conductores se encuentran a merced de la arbitrariedad y de la falta de preparación de los Agentes de Tránsito en las calles de 9 de Julio. Definitivamente la incompetencia de la mano de obra, con muy buena voluntad pero con mala preparación, ha sido desidia de los funcionarios a cargo del área, ante la aplicación parcial o casi nula de la Ordenanza de creación del “Instituto de Formación de Agentes de Tránsito”, que ha sido la única idea sobre tránsito que perdura a través de estos años, pero que tampoco ha sido un proyecto CAMBIEMOS sino del Frente para la Victoria.

Todos quisiéramos que las cosas se puedan arreglar, que no haya informalidad en los controles de tránsito, que haya cumplimiento de las normas a fin de reducir la siniestralidad, sin embargo, no podemos vivir de los deseos. Para que esto se concrete, como hemos dicho, se requiere políticas públicas definidas y con plazos de ejecución determinados, lamentablemente la colocación de moderadores de velocidad no forma parte de un plan de Gobierno Municipal, elaborado y puesto en ejecución, es simplemente la reacción del momento y del contexto frente a la presión social.
Eduardo Cerdeira
Concejal m/c
DNI. 17.100.840

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