A 50 años del nacimiento de Los Cebollitas de Maradona

Share on FacebookShare on Google+Tweet about this on TwitterShare on LinkedIn
Era un encuentro pendiente el que tenía con Gregorio Carrizo. Amigo embrionario de Diego Maradona, fue quien le pidió a Francisco Cornejo si podía ir a probarse su compinche de Villa Fiorito. Y así comenzó la historia. Construyeron dos barriletes, corrieron por las calles de tierra cerca de Azamor, y el de Diego se fue para arriba, a gambetear nubes para no bajar más. El de Goyo quedó ahí, y hoy sigue tirando caños en sueño por el cielo de Fiorito.
 Y a 50 años de aquellos días de comienzos del ’69, hubo un encuentro en la casa de uno de los primeros en anotarse en la lista de los pibes de la clase ’60 de Argentinos Juniors. Y ahí tengo el honor de darle mi libro a Goyo sobre Los Juegos Evita, en el que él está incluido.
Allí los conocí en la edición 1973 en las finales nacionales en Embalse, Córdoba, y desde entonces son parte de mi vida. El, Diego, Montañita, «Pólvora» Delgado, Abelito Carabelli, Mauro Mongiardini, Oscarcito Trotta, «Sanfi» Lucero, Norberto Santagatti, «Pelu» Escobar -el primero de todos-, Daniel Marinelli, el Goma Farías, «Ferrero» Duré, el «Mono» Rodríguez, «Carozo» anchez, hoy médico en Olavarría, el «Negro» Chaile, Kun fu, Tabique, Estévez, Félix Rende, Claudio Selvaggi, Osvaldito Dalla Buona, hoy en Estados Unidos, su hermano Ruben, Luis Chammah, en España, y otros más viejos como Roly, Bevilacqua, el Oso -haciendo patria en San Luis-, Adrián Domenech, los inolvidables Francis, don Yayo Trotta, Jorge Cyterszpiler y otros que el corazón guarda. Abrazo, Goyo, abrazo.
Por Guillermo Blanco

Deja un comentario